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Las algas en un estanque pueden parecer endebles, pero los científicos están utilizando algas para desarrollar material de resistencia industrial que sea tan duro como el acero pero solo una fracción del peso.
Thomas Brück, de la Universidad Técnica de Munich, Alemania, y su equipo desarrollaron un proceso que utiliza aceite de algas para crear fibras de carbono. Son materiales fuertes y livianos que se pueden usar en automóviles, aviones y edificios.
La fabricación de estas fibras de carbono consume mucha menos energía y produce mucha menos contaminación de carbono que la fabricación de hormigón o acero, pero ese no es su único beneficio climático.
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Las algas absorben CO2 a medida que crecen, por lo que cuando el aceite de algas se usa como materia prima para las fibras de carbono, el CO2 queda encerrado en su interior.
Años más tarde, cuando esas fibras de carbono deben eliminarse, pueden triturarse y almacenarse permanentemente bajo tierra.
“Así tienes este nuevo material avanzado donde puedes almacenar carbono atmosférico indefinidamente”, dice Brück.
Él dice que la ampliación requerirá grandes inversiones en el cultivo de algas. Pero una vez que esté en su lugar, esta nueva tecnología podría crear materiales industriales fuertes que también beneficien el clima.
Este texto apareció en Yale Climate Connections, puedes ver el original en inglés aquí.
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