Opinión: Los transgénicos y sus riesgos para la salud y el medio ambiente
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- Escrito por Melissa Rubio - Foto por mediaphotos/Gettyimages
Éste es un artículo de opinión, su contenido expresa la postura de su autor, Melissa Rubio.
Seamos sinceros. Si en un supermercado nos acercamos a la sección frutas o verduras, lo más probable es que elegiríamos tomates gigantes de un rojo seductor, sandías sin pepa o sospechosas frutas exóticas fuera de temporada. Se ven tan lindos y saludables que los llevaríamos contentos y en casa comeríamos rico. Pero pudiera ser engañoso y fatal, porque estos alimentos podrían ser transgénicos.
Los alimentos transgénicos son producidos mediante modificación genética, proceso en el cual genes de un organismo son insertados en otros, utilizando como vehículo un virus o una bacteria. Es decir, son organismos genéticamente modificados (OGM).
De ciencia ficción
Para entenderlo mejor, en los cultivos transgénicos se introducen genes de especies que no podrían cruzarse en la naturaleza. Por ejemplo, colocar en la cebada el gen que protege a un pez del frío, para que resista mejor las bajas temperaturas.
Algunos de los alimentos transgénicos más consumidos:
- La soya que proviene de Bolivia, Argentina, Paraguay y Estados Unidos.
- Tomates maduros que impresionan por su porte, sabor, olor, color y textura.
- Maíz MAD que es empleado en la alimentación de aves, porcinos y bovinos, pero también utilizados como materia prima en la industria alimentaria (aceites, margarina, papas en hojuelas, edulcorantes, bebidas de frutas, algunas granolas, maíz molido y harina).
- Arroz dorado, que sintetiza moléculas de vitamina A, que se promueve donde la dieta es pobre en esta vitamina. Según Greenpeace, el arroz dorado no ha logrado hacer nada en lo que respecta a la desnutrición durante 10 años.
- Salmón AquAdvantage, capaz de crecer en la mitad de tiempo gracias al gen de la hormona de crecimiento de otra especie de salmón.
- Fresas resistentes a bajas temperaturas (con genes que sintetizan proteínas con propiedades anticongelantes, procedentes de pescado del ártico “Platija Ártica”).
- Canola, papayas, calabazas, berenjenas, frijoles, melones, achicoria, lechuga y girasol.
- Algodón. Nosotros lo importamos de EE.UU, India o China.
Peligros de los transgénicos
Riesgo por transferencia de genes. La Universidad de Brown (EE.UU) advierte que “los genes resistentes a los herbicidas de los cultivos comerciales pueden mezclarse con la población de malezas silvestres, creando así hierbas excesivamente malas que son imposibles de eliminar con herbicidas”.
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Impacto medioambiental. Se teme que el uso de OGM resistentes a herbicidas produzcan como efecto secundario que los agricultores empleen una mayor cantidad de herbicidas, afectando a las especies colindantes. También puede haber riesgo para especies que no son el objetivo, como aves y mariposas, por plantas con genes insecticidas.
El polen de las especies transgénicas puede fecundar a cultivos convencionales, obteniéndose híbridos y transformando a estos cultivos en transgénicos.
Por ejemplo, si los OGM se reproducen con organismos no modificados (no OGM), se producirá la contaminación genética, y como resultado los OGM pueden llevar a los no-OGM a la extinción, sus genes se pueden mezclar y no podrán mostrar sus características, y existen posibilidades de que los no-OGM desarrollen habilidades para tolerar los pesticidas y herbicidas lo que generaría problemas para los granjeros.
Impacto económico. Hay un marcado oligopolio en el mercado de las semillas transgénicas.
Las semillas obtenidas tras la cosecha OGM no pueden ser sembradas porque violaría los derechos de propiedad intelectual o patentes, que obligan al pago de regalías por parte del agricultor al “mejorador” o porque las semillas híbridas pierden eficacia y, en consecuencia, éstas deben ser adquiridas anualmente.
Inmunidad humana ante antibióticos. “Algunos alimentos transgénicos han sido introducidos con características antibióticas para hacerlos inmunes o resistentes a enfermedades o virus”, de acuerdo con la Universidad de Iowa. Cuando se ingieren, estos “marcadores” antibióticos pueden hacer que los antibióticos de uso sean menos eficaces.
Greenpeace ha expresado su preocupación por la falta de pruebas de seguridad en cultivos transgénicos, como el arroz dorado, que se consume en zonas de África, en nombre de la lucha contra la desnutrición.
Dinero a costa de la salud mundial
Debemos de tener presente que la explotación comercial de la biotecnología moderna sólo está al alcance de unas pocas empresas multinacionales. El modelo económico privilegia las ganancias de un “lobbie”, que ha monopolizado de forma interesada el registro de patentes de semillas en el mundo.
Finalmente, para asegurar la confiabilidad de los alimentos transgénicos se necesitan pruebas a largo plazo ya que muchas enfermedades tienen periodos de incubación bastante largos y no se podrían detectar en un corto tiempo.
“La simple duda, es suficiente para que el estado tome las medidas para proteger a los consumidores”, señaló el titular de Aspec.
¿Quién está detrás de los alimentos transgénicos?
Los grandes lobbies internacionales, especialmente financiados por las multinacionales del sector agroalimentario, como Bayern-Monsanto o Syngenta. Ellas apelan a todo tipo de estrategias para introducir sus productos e incrementar sus beneficios económicos.
¿Oponerse a los OGM supone oponerse a la ciencia o a las aplicaciones médicas de la biotecnología?
Consideramos valioso el aporte de la ingeniería genética (IG) para la producción industrial (como plásticos biodegradables y biocombustibles) y en investigación médica, pero de ninguna manera para la creación y modificación de alimentos.
Con el uso de alimentos y cultivos transgénicos estamos exponiendo irresponsablemente a la humanidad, introduciendo en nuestra alimentación OGM de los que se conoce muy poco. En cuanto a la evaluación toxicológica, los nuevos estudios deberían enfocarse en comprobar la función hepática luego de la ingesta de los mismos, pues es en este órgano donde se produce la desintoxicación de sustancias en el organismo.
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La IG es una herramienta muy importante en campos como la medicina. Hay muchos medicamentos obtenidos mediante IG, pero en ambientes confinados, sin contacto con el exterior, pues, existe el riesgo de que bacterias y virus modificados escapen de los laboratorios de alta seguridad e infecten al planeta. Ya sufrimos en carne propia la gravísima situación del COVID-19 originada en China.
Quienes sostenemos que en nuestro país no son necesarios los OGM, lo consideramos así debido a que no tenemos las condiciones sociales, ecológicas, ambientales, culturales ni tecnológicas para sostenerlo, asimismo, es justamente la pureza de nuestras cosechas, lo que llama la atención en el mercado extranjero.
Los transgénicos en el Perú
En diciembre de 2011 se promulgó la Ley N°29811 que establece una moratoria de diez años a la liberación de Organismos Vivos Modificados (OVM) en el ambiente. Para detectar la presencia de OVM en el ambiente, se cuenta con un Plan de Vigilancia ejecutado por el MINAM, el Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (Sanipes), el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y el Instituto de Innovación Agraria (INIA).
De acuerdo al biólogo José Álvarez Alonso, Director General de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente, “el uso del maíz transgénico MON 810 en las zonas agrícolas de Bajo Piura se originó, sin conocimiento, debido a la manipulación de lotes destinados al consumo directo”, señaló a la revista Agronoticias.
Lo que sucedió fue que los granos de maíz transgénico llegaron a Perú como forraje de animales de granja, pero en algunos casos terminaron vendiéndose en mercados donde los agricultores los compraron para siembra.
De acuerdo a un comunicado publicado por varias organizaciones entre las que destacan Conveagro, ANPE Perú, Consorcio Agroecológico Peruano (CAP), ASPEC, la Asociación de Comunidades del Parque de la Papa, etc, se rechaza directamente al proyecto de “Reglamento Interno Sectorial sobre Seguridad de la Biotecnología para el Desarrollo de Actividades con Organismos Vivos Modificados para el Sector Agrario (Risba)”. Este proyecto amenazado representa una grave amenaza a la economía de miles de familias peruanas que han progresado gracias a la agroexportación, turismo y gastronomía, negocios que se basan directamente con la riqueza de nuestra biodiversidad.