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Perú es el cuarto país con el mayor volumen de turba tropical, cuya mayor parte se encuentra relativamente menos degradada en comparación con otras regiones del mundo. Sin embargo, esto podría cambiar. La creciente presión del desarrollo y la carencia de políticas específicas de protección ponen en riesgo a las turberas de Perú y sus reservas de carbono.
Para los científicos del Programa de Adaptación y Mitigación para la Sostenibilidad de los Humedales (SWAMP) y los especialistas del Ministerio del Ambiente de Perú (MINAM) que trabajan en este desafío, la colaboración y la comunicación efectiva de los beneficios de las turberas han sido fundamentales para refinar algunas políticas nacionales a favor de las turberas peruanas.
Las turberas apoyan la mitigación y la adaptación al cambio globalmente al almacenar grandes cantidades de carbono y regular los ciclos del agua. Sin embargo, las turberas no siempre están incluidas en las estrategias nacionales de cambio climático. Esto puede ser por la falta de datos nacionales sobre turberas que incluyan mapas y factores de emisión de gases de efecto invernadero (GEI), falta de coordinación política entre los sectores para definir y hacer cumplir las regulaciones, e inadecuado financiamiento para su conservación, manejo sostenible y restauración.
En Perú, el potencial único de secuestro de carbono y las vulnerabilidades de las turberas fueron previamente ignoradas en las políticas nacionales y la estrategia nacional de humedales del país.
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El Programa SWAMP es un esfuerzo de colaboración del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) y el Servicio Forestal de los Estados Unidos (USFS) con el apoyo de USAID. Mediante la aplicación de enfoques y métodos científicos sólidos, el programa SWAMP tiene como objetivo generar conocimiento sobre la gestión sostenible de los humedales, que sea de interés y uso para los encargados de formular políticas y para los profesionales que trabajan en este campo.
Las turberas en Perú están bajo la presión del desarrollo de infraestructura y la urbanización a gran escala, así como de la minería ilegal y la agroindustria. Prevenir la pérdida de turberas implica trabajar con los gobiernos y obtener incentivos adecuados. “Para mantener la integridad de las turberas peruanas, será necesario que las políticas gubernamentales reconozcan sus roles únicos para el clima y otras metas ambientales”, dijo la Dra. Kristell Hergoualc’h, científica de CIFOR.
Los centros nacionales de investigación están desempeñando un papel importante en la promoción de la comprensión de las turberas, la concientización sobre su importancia entre los responsables de la formulación de políticas y el fomento de la participación de las comunidades.
Sobre la base del trabajo de SWAMP en turberas de tierras bajas y montañas, la Dra. Hergoualc’h lideró un esfuerzo conjunto para elevar el perfil de las turberas en las discusiones relacionadas con las política nacional mediante la organización de un evento nacional durante la primavera pasada en Lima: el Simposio Nacional sobre la Gestión Sostenible de las Turberas Peruanas: contexto científico y marco institucional. Este evento evidenció la necesidad de un marco de referencia común en torno a las turberas peruanas y el diálogo entre diferentes actores.
“Este taller, a su vez, inició un proceso de elaboración de una definición nacional de turberas, que es un primer paso para incorporarlas en las políticas nacionales”, dijo la Dra. Hergoualc’h.
El proyecto SWAMP contribuyó al proceso de desarrollo de una definición de turbera proporcionando perspectivas internacionales y transnacionales. El equipo trabajando en el proyecto también asesoró al del Inventario Nacional de Bosques y al Inventario de Humedales sobre protocolos para cartografiar e inventariar turberas. Estos son pasos fundamentales hacia la gestión sostenible de las turberas en Perú.
Otro resultado importante del proyecto es la colaboración con el gobierno de Perú para avanzar hacia la regulación de las turberas. Este proceso implicó consultas intersectoriales trabajando mano a mano con el Ministerio del Ambiente. Desde 2019, el proyecto SWAMP no solo proporcionó experiencia para apoyar el desarrollo de una definición nacional de turberas, sino también proporcionó criterios para clasificar las turberas y trazar un mapa de ellas. Esta colaboración SWAMP-Ministerio del Medio Ambiente es el resultado de más de seis años de actividades de investigación y divulgación en el país.
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“Dadas las competencias compartidas entre distintos sectores en relación con las turberas, la articulación intersectorial es clave para lograr una gestión eficiente y eficaz de las mismas”, dijo José Álvarez Alonso, Director General de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente de Perú.
Señaló que la cooperación con el equipo SWAMP ha sido colaborativa desde la facilitación y participación en eventos hasta el intercambio de información sobre turberas. Su trabajo con el proyecto SWAMP también ha llevado al desarrollo de una Guía sobre Turberas para promover el cuidado de las turberas peruanas.
“La atención de las turberas plantea importantes desafíos, desde el establecimiento de alianzas colaborativas entre distintos sectores y actores, hasta el desarrollo de instrumentos de gestión”, dijo Álvarez Alonso, citando como ejemplo “el mapa nacional de turberas y la cuantificación de carbono almacenado en las turberas.”.Estos instrumentos ayudarán al Perú a establecer marcos institucionales sobre humedales en general y sobre turberas en particular, para avanzar en el manejo efectivo de las turberas peruanas.
La información es clave para la toma de decisiones de gestión y conservación, y SWAMP encabeza este esfuerzo. “No cabe duda que la toma de decisiones informada permitirá avanzar significativamente hacia la conservación y eventualmente la recuperación de las turberas” agregó Álvarez Alonso, “y tenemos grandes expectativas de que SWAMP continúe apoyando en ese sentido, dados los grandes vacíos de conocimiento de estos valiosos ecosistemas que se ha identificado”.
La gestión de ecosistemas tan relevantes y frágiles requiere contar con bases de información sólida y es allí donde tanto SWAMP como la comunidad científica y la academia cumplen un rol clave.
Este texto apareció originalmente en Climate Links, puedes ver el original aquí.
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