Suscríbete
El primer transporte de residuos nucleares en nueve años en Alemania llegó este miércoles a su destino tras dos días de recorrido por el país durante los que se han sucedido protestas ecologistas y algunos incidentes aislados.
El cargamento partió del puerto de Nordenham (noroeste), donde llegó tras haber sido preparado en Reino Unido (porque Alemania no cuenta con instalaciones para realizar este proceso con residuos), y cruzó de norte a sur el país hasta el almacén provisional de Biblis (oeste), en las instalaciones de una antigua central nuclear.
El tren con los seis contenedores “castor” llegó sobre las 10,00 hora local (8.00 GMT) a Biblis, después de que cinco manifestantes que habían bloqueado la vía temporalmente decidiesen abandonarla de forma pacífica.
Se conocen como contenedores “castor” por el acrónimo inglés de Contenedor de Almacenamiento y Transporte Radioactivo.
Así, la iniciativa “Bloc Castor” ha anunciado previamente su intención de bloquear el tren, y el fin de semana ya tuvieron lugar varias protestas en ciudades como Nordenham, Oldenburgo, Gotinga y Bremen.
Pero no sólo iniciativas ecologistas han criticado el transporte, entre otras razones porque Alemania todavía no cuenta con una ubicación definitiva para un cementerio nuclear; sino también políticos y la policía, al considerar que representa una carga adicional en tiempos de pandemia.
Te recomendamos: Alemania y Gran Bretaña exigen una recuperación verde de la crisis del coronavirus
Así, el estado federado de Baja Sajonia pidió sin éxito al Gobierno federal el aplazamiento de este transporte.
La ministra de Medio Ambiente, Svenja Schulze, defendió el traslado de los residuos radiactivos y recordó que Alemania está obligada contractualmente a recibir de vuelta los residuos producidos en las centrales nucleares del país, no a “abandonarlos en el extranjero”.
En declaraciones al grupo mediático Funke agregó, además, que aplazar el transporte no era posible por razones logísticas y de autorización.
Al mismo tiempo intentó calmar a los activistas antinucleares y afirmó que si antes la cuestión giraba en torno a si se era partidario o contrario a la energía nuclear, hoy en día este tipo de transporte sirve para “liquidar una era atómica que por suerte está cercana a su fin”.
El anterior transporte con residuos nucleares alemanes procedente del extranjero llegó a Alemania en noviembre de 2011. Fue un cargamento procedente de La Hague (Francia) que tardó cinco días en alcanzar su destino, el depósito provisional de Gorleben, por una gran cantidad de protestas y cortes de vías.
Alemania quiere establecer hasta 2031 un emplazamiento permanente y seguro para alrededor de 1,900 contenedores “castor” con unos 27,000 metros cúbicos de residuos radiactivos una vez se cumpla el abandono definitivo de la energía nuclear en Alemania, fijado para fines de 2022.
Este texto apareció originalmente en EfeVerde, puedes ver el original aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana