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Los negociadores climáticos, científicos, conservacionistas y otros reunidos en Glasgow para la 26a Conferencia de las Partes (COP26) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), deben aumentar drásticamente sus ambiciones de reducir las emisiones de carbono en todo el mundo.
Durante los últimos 20 meses, los países han presentado sus compromisos internos actualizados, conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), para ayudar a lograr los objetivos del Acuerdo de París. Pero un análisis reciente de la CMNUCC de sugiere que el impacto combinado de estas NDC no lograría el objetivo del Acuerdo de París de limitar los aumentos de temperatura global a 1.5°C.
Esto muestra que estas NDC deben ser la base, y no el techo, de la acción climática de los países. El déficit previsto también destaca la importancia del “mecanismo de trinquete” del Acuerdo de París, que requiere que la NDC de cada gobierno sea más ambiciosa que la última que presentó.
En su calidad de presidente de la COP26, el gobierno del Reino Unido ha buscado elevar el papel que las soluciones basadas en la naturaleza, definidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como “acciones para proteger, gestionar de forma sostenible y restaurar ecosistemas naturales o modificados”, pueden jugar dentro de la ambición climática mejorada. Los ecosistemas de humedales costeros, a saber, manglares, pastos marinos y marismas, están a la vanguardia de este diálogo.
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También conocidos como ecosistemas de “carbono azul”, los manglares, pastos marinos y marismas capturan cantidades significativas de carbono a nivel mundial, principalmente en sus suelos, lo que promueve el objetivo del Acuerdo de París de “proteger, mejorar y restaurar los sumideros naturales de carbono”. Por el contrario, si se degradan o destruyen, estos ecosistemas emitirán carbono. De manera significativa, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático reconoce estos beneficios de reducción de emisiones, lo que significa que pueden formar parte de los compromisos de mitigación de los países en virtud del Acuerdo de París.
Los humedales costeros también absorben energía de las marejadas ciclónicas, limitan la erosión de la costa, filtran el agua y proporcionan zonas de cría para una variedad de especies, servicios que ayudan a las personas a mitigar, adaptarse y ser más resilientes a un clima cambiante.
Este triple beneficio está impulsando un creciente interés entre los gobiernos en el potencial de las soluciones basadas en la naturaleza, como lo demuestran los múltiples países que han incluido compromisos para proteger y restaurar los humedales costeros en sus NDC actualizadas.
A través de asociaciones internacionales y en el país y programas de investigación de campo, The Pew Charitable Trusts ha brindado asesoramiento técnico y ha trabajado para apoyar a Belice, Costa Rica y Seychelles, cada uno de los cuales incluyó compromisos de humedales costeros en sus NDC. Es importante destacar que estos compromisos se encuentran entre los más ambiciosos, específicos y mensurables de todos los presentados. Por ejemplo:
Aunque muchas de las primeras versiones de las NDC presentadas poco después de la firma del Acuerdo de París en 2015 aludían al potencial de los humedales costeros y otras soluciones basadas en la naturaleza, las NDC actualizadas son las primeras en comprometerse a realizar este potencial a través de resultados específicos y mensurables.
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Además, al proteger y restaurar los humedales costeros, los países pueden ofrecer lecciones cruciales sobre cómo otras soluciones basadas en la naturaleza podrían contribuir a abordar el cambio climático.
Este texto apareció originalmente en PEW, puedes ver el original en inglés aquí.
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