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El arquitecto Carlo Ratti se encuentra entre un grupo de investigadores del MIT que exploran la viabilidad de combatir el cambio climático con un conglomerado de “burbujas espaciales” que flotarían sobre la Tierra para reflejar los rayos del sol.
El proyecto de investigación Space Bubbles propone hacer flotar una “balsa” hecha de burbujas congeladas en el Punto Lagrangiano L1, el punto entre la Tierra y el Sol donde sus tirones gravitacionales se cancelan.
Las burbujas estarían hechas de un material de película delgada y se fabricarían en el espacio donde, cuando estuvieran interconectadas, cubrirían un área aproximadamente del tamaño de Brasil.
Desarrollado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Space Bubbles es una variación de la idea común de geoingeniería de un escudo solar, que funcionaría bloqueando parte de la radiación solar entrante para reducir teóricamente los efectos del calentamiento global.
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Sin embargo, una diferencia clave es que con un protector solar basado en el espacio, no debería haber riesgo de interferir con la biosfera de la Tierra. Los proyectos desplegados dentro de la estratosfera de la Tierra corren este riesgo.
Los investigadores del MIT enfatizan que la propuesta de Space Bubbles fue diseñada para complementar y no reemplazar los esfuerzos actuales de mitigación del cambio climático, pero que puede llegar el día en que tal intervención se vuelva esencial.
“La geoingeniería podría ser nuestra última y única opción”, dijo Ratti, director del Senseable City Lab del MIT. “Sin embargo, la mayoría de las propuestas de geoingeniería están ligadas a la tierra, lo que plantea riesgos tremendos para nuestro ecosistema vivo”.
“Las soluciones basadas en el espacio serían más seguras; por ejemplo, si desviamos el 1.8% de la radiación solar incidente antes de que llegue a nuestro planeta, podríamos revertir por completo el calentamiento global actual”.
Otra ventaja de este particular escudo solar es que es reversible, ya que las burbujas podrían desinflarse y retirarse de su posición. Las esferas estarían hechas de un material como el silicio, transportado al espacio en forma fundida o líquidos iónicos reforzados con grafeno.
El equipo del MIT llevó a cabo un exitoso experimento preliminar al inflar una capa esférica en condiciones del espacio exterior y cree que podría ser una de las estructuras de película delgada más eficientes para desviar la radiación solar.
El proyecto de investigación Space Bubbles se basa en las ideas del científico James Early, quien primero sugirió desplegar un objeto desviador en el Punto Lagrangiano, y el astrónomo Roger Angel, quien propuso la balsa de burbujas.
Por ahora, el proyecto es una hipótesis de trabajo, pero el equipo interdisciplinario espera obtener apoyo para un estudio de viabilidad que implicaría más experimentación y análisis de laboratorio.
Además de los materiales, el estudio exploraría opciones para enviar el material desde la Tierra, incluso si podría usar un cañón de riel (un cañón acelerador magnético).
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También analizaría el posicionamiento y la estabilización de la balsa de burbujas espaciales, la capacidad de sombreado, la rentabilidad, el mantenimiento y la transición al final de la vida útil, el impacto climático y en el ecosistema, y las implicaciones de política pública.
Las preguntas de política pública incluyen si la geoingeniería presenta un “riesgo moral” al socavar el apoyo a las políticas de mitigación climática y alentar a las personas a ver el cambio de los combustibles fósiles como menos importante.
La geoingeniería ha resultado controvertida, pero el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas ha dicho que es un Plan B necesario si el aumento de la temperatura no se puede limitar a un nivel manejable.
Las propuestas de geoingeniería discutidas incluyen absorber dióxido de carbono del aire, bombear gas a la estratosfera para reflejar parte del calor del sol, iluminar las nubes marinas para hacerlas más reflectantes y modificar el albedo de la tierra con techos blancos o cubiertas reflectantes para los desiertos.
Este texto apareció originalmente en WeForum, puedes ver el original en inglés aquí.
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