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El alcalde de la capital de Colombia anunció el lunes nuevas medidas para reducir el consumo de agua en la ciudad de ocho millones de habitantes, donde una sequía asociada con el patrón climático de El Niño ya ha llevado a las autoridades a racionar el agua en la mayoría de los barrios y pedir a los residentes que cambien sus hábitos de ducha.
En un comunicado difundido por medios locales, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, dijo que las viviendas que utilicen más de 22 metros cúbicos de agua al mes tendrán que pagar tarifas adicionales. También amenazó con imponer multas de hasta 300 dólares a las personas que laven sus coches en las calles o realicen otras actividades que se consideren un desperdicio de agua.
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El alcalde dijo que los autobuses urbanos, que normalmente se lavan todos los días, ahora sólo se lavarán una vez por semana. Por motivos de salud pública, el interior de los autobuses deberá limpiarse diariamente.
“Hemos comenzado a reducir el consumo de agua, pero aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar nuestras metas”, afirmó Galán.
El racionamiento de agua es poco común en Bogotá, una ciudad ubicada en una zona húmeda de la Cordillera de los Andes del norte y rodeada de bosques nubosos y campos verde esmeralda.
Pero varios meses de sequía, provocados por el fenómeno climático de El Niño, desestabilizaron los embalses de la ciudad y provocaron incendios forestales en enero.
La principal fuente de agua de Bogotá, el Sistema de Embalses de Chingaza, está actualmente lleno al 15%, su nivel más bajo jamás registrado. Los expertos han advertido que si no vuelven las lluvias a la zona, sus embalses podrían quedarse sin agua en dos meses.
Ante esta situación, las autoridades de Bogotá implementaron la semana pasada un sistema de racionamiento de agua que divide la ciudad en nueve zonas. Cada zona queda cortada del suministro de agua durante 24 horas, de forma rotativa.
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Galán dijo el lunes que desde que comenzó el sistema de racionamiento el jueves el consumo de agua en la ciudad ha bajado de 17.84 metros cúbicos por segundo a 16.01 metros cúbicos por segundo. Pero el alcalde dijo que el consumo de agua de la ciudad debe caer a 15 metros cúbicos por segundo para que los embalses se recuperen.
En los últimos días, los funcionarios de la ciudad también han instado a los residentes a usar menos agua, limitando sus duchas a cinco minutos y cerrando los grifos mientras se cepillan los dientes.
El alcalde también sugirió a los capitalinos dejar de ducharse diariamente, como es costumbre en Colombia, especialmente cuando no tienen que salir de sus casas.
“No sólo vamos a reducir el consumo racionando, sino también cambiando nuestro comportamiento”, afirmó Galán.
Este texto apareció originalmente en AP.
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