¿Qué significa la presidencia de Trump para el cambio climático?
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- Traducido por Mónica Gálvez - Fuente EuroNews - Foto Ryan M.kelly/Getty Images
Donald Trump ha ganado las elecciones estadounidenses, asegurando un segundo mandato en la Casa Blanca.
Para muchos en todo el mundo, su victoria ha avivado la incertidumbre sobre el futuro de la acción climática global.
Trump ha considerado durante mucho tiempo que el cambio climático es un “engaño”, despotricando contra las políticas climáticas de Biden y desestimando amenazas como el aumento del nivel del mar. Durante su último mandato, intentó dar marcha atrás a un centenar de proyectos de ley ambientales.
Esta vez se han hecho promesas de reducir el gasto en energía verde, salir de acuerdos climáticos internacionales vitales y generar una nueva ola de perforaciones de petróleo y gas que ha llamado “oro líquido”.
“La nación y el mundo pueden esperar que la administración entrante de Trump haga una bola de demolición contra la diplomacia climática global”, dice la directora de políticas y economista principal del programa de clima y energía de la Unión de Científicos Preocupados, Rachel Cleetus.
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En vista de que las políticas existentes ya están muy lejos de alcanzar los objetivos de emisiones, la experta afirma que podemos esperar que la acción climática federal estadounidense se “descarrile” durante los próximos cuatro años.
Las recientes inundaciones mortales en España han sido un duro recordatorio de este peligro. Como dijo la semana pasada la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, “Esta es la dramática realidad del cambio climático”.
¿Qué pasará con los avances climáticos de la administración de Biden?
Biden destinó miles de millones a la tecnología verde a través de la Ley de Reducción de la Inflación. Esta histórica ley climática se firmó en 2022 y desde entonces ha impulsado la inversión en energía limpia en todo el país.
A pesar de esto, Trump ha prometido desmantelar la Ley de Reducción de la Inflación y bloquear el gasto de los fondos restantes. Ha calificado la agenda climática de Biden como la “nueva estafa verde”, prometiendo poner fin a muchas de las políticas implementadas por esta administración.
Aunque las políticas climáticas nacionales están lejos de ser seguras, dice Cleetus, las disposiciones de energía limpia de la Ley de Reducción de la Inflación podrían resultar duraderas “ya que están brindando beneficios económicos significativos a todos los estados y cuentan con el apoyo de trabajadores, empresas y legisladores de todo el espectro político”.
Los expertos económicos han señalado que sus subsidios han creado miles de nuevos empleos, una cantidad significativa de los cuales se encuentran en áreas republicanas.
Dan Lashof, director estadounidense del Instituto de Recursos Mundiales, dice que Trump tiene “todas las razones para aprovechar las transformaciones que ya están en marcha”.
“La electrificación de edificios y transporte, incluidos los autobuses escolares, beneficia a las comunidades rurales y urbanas por igual al reducir costos y mejorar la eficiencia”.
Lashof agrega que cuando Trump da un paso atrás en la acción climática, los estados, las ciudades y las empresas pueden intervenir para llenar el vacío.
“Gracias a los generosos incentivos fiscales e inversiones de la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley de Infraestructura Bipartidista, los actores subnacionales tienen más recursos que nunca para reducir las emisiones, expandir la energía limpia y el transporte eléctrico y abordar las injusticias ambientales”.
Sin embargo, los inversores no están tan seguros, ya que las acciones de los grupos europeos de energía limpia se desplomaron el miércoles por la mañana. Las acciones de energía solar también cayeron por los temores de que Trump pudiera obstaculizar el progreso de la energía limpia.
Fuera del Acuerdo de París, de nuevo
Durante su primer mandato, Trump cumplió su promesa de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, aunque fuera brevemente.
Los países no podían abandonar el acuerdo hasta tres años después de su entrada en vigor, lo que supuso la salida de Estados Unidos de los Acuerdos de París el primer día de la presidencia de Biden. Estados Unidos se reincorporó rápidamente y estuvo fuera del acuerdo menos de cuatro meses.
Trump ha vuelto a prometer que retirará a Estados Unidos del Acuerdo de París y, esta vez, las normas de la ONU significan que solo tendrá que esperar un año para hacerlo oficialmente. El segundo mayor emisor del mundo se uniría a solo otros tres países que están fuera del acuerdo: Irán, Libia y Yemen.
También se ha rumoreado que Estados Unidos está presionando para que abandone el tratado fundacional de las negociaciones climáticas de la ONU, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Aunque no está claro si es legalmente posible que Trump haga esto, una salida de la CMNUCC dejaría a Estados Unidos sin poder participar oficialmente en las negociaciones climáticas internacionales. En cambio, se convertiría en un observador, la misma categoría que los activistas climáticos, las ONG y los lobbistas empresariales.
¿Qué significa para la acción climática global?
“El resultado de estas elecciones será visto como un duro golpe a la acción climática global, pero no puede ni podrá detener los cambios en marcha para descarbonizar la economía y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París”, dijo la ex jefa climática de la ONU y artífice del Acuerdo de París, Christiana Figueres, en una publicación en las redes sociales.
“Apoyar al petróleo y al gas es lo mismo que quedarse atrás en un mundo que avanza rápidamente”.
Agrega que las tecnologías de energía limpia seguirán superando a los combustibles fósiles.
“No solo porque son más saludables, más rápidas, más limpias y más abundantes, sino porque socavan a los combustibles fósiles donde son más débiles: su volatilidad e ineficiencia irresolubles”.
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Pero los expertos temen que la promesa de Trump de “perforar, perforar, perforar” aumente las emisiones en este punto crucial de los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático.
Un análisis de Carbon Brief de principios de este año concluyó que una victoria de Trump podría generar cuatro mil millones de toneladas adicionales de emisiones estadounidenses para 2030 en comparación con los planes del actual presidente Joe Biden.
Eso equivale a las emisiones anuales combinadas de la UE y Japón o las de los 140 países menos emisores del mundo.
El análisis señala que esto es suficiente para anular todas las emisiones ahorradas por el despliegue de la energía eólica, solar y otras tecnologías limpias en todo el mundo durante los últimos cinco años, es decir, el doble.
Estados Unidos es uno de los mayores contribuyentes a la financiación climática global, un foco principal de la COP29 que comienza en Bakú la semana que viene. Esta financiación sufrió recortes masivos durante la última presidencia de Trump y los negociadores probablemente esperen que las promesas anteriores de Estados Unidos no se cumplan.
Y la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París podría tener un gran impacto en el proceso de negociación del clima de la ONU en general. Con el segundo mayor emisor del mundo fuera del pacto, la presión para que otros aumenten sus ambiciones es mucho menor.
Este texto apareció originalmente en EuroNews.