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Cinco años atrás, Futuro Verde conoció a Diana Suero, fundadora de Green Heroes Perú, quien nos contó sobre el nacimiento de este movimiento tras notar la falta de educación ambiental que existía en su país. Fue así como decidió unirse junto con su esposo, Thomas Henriksen, para tomar acción y comenzar a empoderar a las personas que estuvieran dispuestas a hacer un cambio por el planeta y conservar la naturaleza que nos rodea.
El equipo comenzó su acción en 2019 llevando a cabo recolecciones de basura a través de una red de voluntarios en puntos importantes del país que estaban siendo impactados por la contaminación de desechos, como el Río Rimac, en Lima. También realizaron otro tipo de actividades en Valle Sagrado, en Cusco, Pisac, Calca y Urubamba.
Ahora en 2024, Green Heroes Perú ha crecido de forma exponencial, brindando educación ambiental accesible, clara y entretenida para las generaciones más jóvenes que tendrán el poder de seguir construyendo un futuro sostenible para todos.
Tras el paso de la pandemia del COVID-19 en 2020, Diana y Tom se propusieron comenzar un huerto de aprendizaje detrás de un colegio que había cerrado por las restricciones sanitarias. “Les dijimos que podíamos tomar este espacio y reverdecerlo, empezar a cultivar comida que luego podíamos compartir entre nosotros y la comunidad. Ese fue nuestro primer paso”, comenta Diana.
Gracias a esta iniciativa, Green Heroes obtuvo la atención de personas de los alrededores, queriendo conocer más sobre su labor y cómo podían involucrarse.
“Siempre teníamos la idea de hacer algo educacional, pero empezamos con al parte de acción (como las limpiezas), siempre haciendo hincapié en que la limpieza no es para limpiar, sino ver de frente al problema y reconocer nuestra participación en este“, cuenta Diana.
“Este proyecto que iniciamos fue con la asociación que tenemos, que es la Asociación Niños Altoandinos, entonces el proyecto de Sweet Child Perú ya existía, que le daba cobijo a niños de colegios rurales, creamos la huerta educativa, luego empezamos a hacer más talleres de educación, luego con otro colegio, y otro colegio (…), luego ya teníamos profesores trabajando con nosotros”.
En 2023 decidieron formalizar la iniciativa y construir su propio espacio. Es así como en abril de 2024 aperturaron su primer centro educativo en Urubamba, donde han recibido más de 3,500 niños hasta octubre. Recibiendo grupos de múltiples escuelas rurales y nacionales como prioridad. Sin embargo, el interés ha sido tal que incluso colegios privados se han acercado a querer ser parte de la experiencia con sus alumnos. “Los niños que han pasado por el centro y sus profesores salen maravillados de la experiencia, porque no hay museos interactivos aquí en Cusco o Perú, pero hay un espacio dedicado al medio ambiente”.
El objetivo de Diana y Tom siempre ha sido reconocer la riqueza de recursos y naturaleza que se encuentra localmente, por lo que los elementos que presentan en el centro son muy arraigados a la zona de Cusco, conectando siempre con soluciones a los problemas que se presentan debido al cambio climático.
“El agua es un gran problema ya aquí, la temporada seca está cada vez más amplia, el calor cada vez más fuerte, las fechas han cambiado”, refiriéndose a las complicaciones que muchos agricultores tienen que enfrentar para mantener sus cultivos a tiempo. “Las heladas llegan antes de tiempo, entonces es un muy buen momento para empezar a educar a la siguiente generación de lo que se nos viene y cómo nosotros podemos darle la vuelta a este asunto”.
“Siempre ha sido una idea de no dar por el miedo, sino desde el amor”.
El centro ofrece experiencias para aprender sobre la salud del suelo, los microorganismos, el compostaje, las cosechas de agua, energías renovables, entre otros temas importantes para la sostenibilidad. Estos temas suelen ser ajenos a los niños en sus escuelas, lo que hace de la experiencia mucho más interesante para ellos y los incentiva a saber más.
Además, el contenido de la experiencia, que suele durar medio día, está repartido por tres profesores que adaptan todo este conocimiento de forma amena y divertida para los niños.
Al ser un espacio vivo, el centro cerró las visitas en octubre por temporada de lluvias y así otorgarle un tiempo de recuperación a los suelos. Sin embargo, durante noviembre y dicembre, Green Heroes continúa con el seguimiento de la educación impartida a los colegios que fueron parte durante el año, visitándolos esta vez ellos para ofrecerles una obra de teatro sobre los temas que aprendieron.
Una tercera parte del proyecto también está en marca, que es crear un club de héroes verdes para que los niños y niñas puedan seguir trabajando y compartiendo su entusiasmo por proteger al planeta.
Al estar ubicados en Urubamba, a 20 minutos de la ciudad de Cusco, Green Heroes se encuentra en las rutas del Valle Sagrado, por lo que también buscan crear consciencia sobre la conservación de las áreas naturales que les rodean.
Con la asesoría de otra organización aliada, River Trust, en Reino Unido, Diana cuenta que para 2025 lanzarán una maratón, esto con el propósito de que la gente vea el impacto ambiental que puede tener la ruta, tanto para las comunidades locales como para el turismo.
“Esta idea viene de cuando estuvimos en Francia, por ejemplo en la parte de la Dordoña, recaudan tres o cuatro veces más que el Perú sin tener un Machu Picchu, solamente porque el río está sano, y la gente va a hacer kayak, padel, acampan. Pensamos: esto hay que presentárselo a las municipalidades y que se den cuenta que estamos sentados en un banco de oro sin darnos cuenta, que es un recurso gigante fuera del turismo”.
Otro de los proyectos que abarcan son los talleres o workshops a un público más adulto, en este caso, de la mano con la responsabilidad social de las empresas. Diana cuenta que se han acercado asociaciones y empresas a querer capacitarse también con un enfoque sostenible para sus oficinas.
“Diseñamos una experiencia para ellos, desde una explicación de semillas vivas, hasta compostaje, talleres de cosmética natural, para que esta gente que es muy corporativa se lleve estas ideas a su empresa y empiece a migrar la forma en la que hacen las cosas”.
El centro educacional es en su mayoría autónomo, es decir, no están conectados a desagües, por lo que utilizan baños secos, utilizan un pozo y sistema de captación de lluvia con contenedores para abastecerse de agua, al igual que la electricidad la obtienen de paneles solares, por lo que sirve de ejemplo, tanto para empresas como para cualquier otro centro que desee aplicar alternativas más sostenibles.
Diana y Tom son un claro ejemplo de que es posible generar un impacto positivo con el apoyo de aliados importantes que también buscan invertir en el planeta. Los proyectos de Green Heroes Perú continúan expandiéndose y cada vez son más niños, profesores y ciudadanos los que se contagian del amor a nuestro planeta para querer generar un verdadero cambio.
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