Documental “Buy Now” nos muestra la verdadera cara de nuestro consumo

El documental de Netflix Buy Now! The Shopping Conspiracy (Compra ahora: La conspiración consumista) revela los impactos de la cultura del consumismo excesivo que nos enfrentamos actualmente.
El documental británico drigido por Nic Stacey se estrenó en la plataforma de Netflix el pasado 20 de noviembre de 2024. Con 84 minutos de duración, este filme explora cómo grandes marcas utilizan tácticas de marketing para manipular a los consumidores a mantener una tendencia de consumo excesivo y en crecimiento.
Con un tono satírico sobre nueva era digital, Buy Now narra su historia a través de una IA similar a los asistentes de inteligencia artificial que se utilizan en dispositivos actualmente, ofreciendo en forma de tutorial las “mejores” estrategias para alcanzar un sistema consumista insostenible.
A través de testimonios de expertos y exejecutivos de grandes corporaciones como Amazon, Unilever y Adidas, el documental revela la construcción de estrategias que buscan maximizar las ventas sin considerar su impacto ambiental sobre nuestro planeta.
Uno de los aspectos más impactantes que exponen es la obsolescencia programada, una estrategia empresarial donde los productos se diseñan y fabrican de forma que su vida útil sea corta, esto para garantizar que el producto se compre repetidamente; o bien, lo que muchos conocemos como calidad “desechable”.
Entre los ejemplos que el documental muestra se encuentran los dispositivos electrónicos, los cuales cada vez se vuelven más obsoletos en poco tiempo, ya sea por falta de compatibilidad con actualizaciones, deterioro en sus funciones o la mera competencia entre el mismo producto con versiones cada vez más modernas y atractivas al comprador.
Según el documental, cada día se desechan aproximadamente 13 millones de teléfonos en el mundo, una cifra alarmante que refleja la magnitud del problema de la basura electrónica.
Otro gran ejemplo de esta tendencia desechable es el Fast Fashion, o moda rápida en español, con promociones excesivas cada semana, tendencias que cambian cada vez más rápido, así como prendas y artículos de baja calidad. Todas estas estrategias incentivan a los consumidores a comprar constantemente.
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El comportamiento del consumidor se ha condicionado a buscar prendas, calzado y accesorios que estén acorde a las tendencias actuales, las cuales son constantemente saturadas en redes sociales. El problema es que estas tendencias están cambiando a un ritmo demasiado rápido. Un estilo de jeans o vestido que permanecía en las estanterías de tiendas por años, ahora es reemplazado por otra forma totalmente diferente en cuestión de meses, obligando a los compradores a cambiar de estilo constantemente y por lo tanto, desechar y reemplazar sus guardarropas.
El documental resalta el exponencial daño ambiental que están causando estas tendencias. Actualmente, más de 15 millones de toneladas textiles terminan en vertederos cada año. En países como Ghana, que son asignados como receptores de prendas de prendas remanentes, reciben cantidades que exceden la demanda de la población, por lo que terminan acumuladas en sus vertederos y playas.
El documental también denuncia el mito del reciclaje como la mejor solución al problema del consumismo. Muchas empresas promueven programas de recolección de sus productos o la fabricación de estos de forma ecológica, la realidad es que menos del 10% de los plásticos en el mundo son reciclados, gran parte de estos terminan en vertederos o son exportados a países en desarrollo, donde son quemados o acumulados sin un control debido, por lo que también generan contaminación de los suelos y agua en el mundo.
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El greenwashing tiene una importante presencia en estos efectos, con la estrategia de aparentar un compromiso sostenible, generan simpatía y aprobación de sus consumidores mientras que internamente continúan con prácticas contaminantes. Etiquetas como “biodegradable” o “reciclable” no siempre garantizan un verdadero impacto positivo en el ambiente.
El consumo excesivo no solo genera una crisis de residuos, también está directamente viculado con el cambio climático. La producción masiva de productos y bienes requiere enormes cantidades de energía, recursos como el agua y materias primas, contribuyendo a la deforestación, contaminación del agua y emisión de gases efecto invernadero.
Las industrias de la moda y tecnología poseen huellas de carbono cada vez más grandes, sus efectos ya son evidentes: olas de calor cada vez más intensas, tormentas más destructivas, sequías prolongadas y el derretimiento acelerado de nuestros polos. Además de los efectos ambientales, nuestra salud también está en riesgo al estar expuesto a prácticas poco reguladas.
El modelo de consumo actual no es sostenible, necesita ser frenado urgentemente. Sin embargo, este cambio no depende solo de las mismas empresas y gobiernos que lo generan, nosotros como consumidores también formamos parte de este ciclo de demada y oferta.
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