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En el futuro, el lugar más mortífero del planeta para las olas de calor extremas será la llanura del norte de China, una de las regiones más densamente pobladas del mundo y la zona productora de alimentos más importante de la gran nación.
Una nueva investigación científica muestra que las olas de calor húmedas que matan incluso a personas saludables en cuestión de horas golpearán el área repetidamente hacia fines de siglo gracias al cambio climático, a menos que haya fuertes recortes en las emisiones de carbono.
“Este lugar va a ser el lugar más cálido para olas de calor mortales en el futuro”, dijo el profesor Elfatih Eltahir, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, Estados Unidos, quien dirigió el nuevo estudio.
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Las proyecciones para la llanura del norte de China son particularmente preocupantes porque muchos de los 400 millones de habitantes de la región son agricultores y tienen pocas alternativas para trabajar al aire libre.
“China es actualmente el mayor contribuyente de emisiones de gases de efecto invernadero, con implicaciones potencialmente graves para su propia población”, dijo. “La continuación de las emisiones mundiales actuales puede limitar la habitabilidad de la región más poblada del país más poblado de la Tierra”.
El nuevo análisis evalúa el impacto del cambio climático en la combinación mortal de calor y humedad, que se mide como la temperatura del “bulbo húmedo” (TWB). Una vez que el TWB alcanza los 35°C, el aire es tan caliente y húmedo que el cuerpo humano no puede enfriarse sudando e incluso las personas que se sientan a la sombra mueren dentro de las seis horas.
El Servicio Meteorológico Nacional de EE. UU. clasifica un TWB superior a 31°C como un “peligro extremo”, y su advertencia establece: “Si no toma precauciones inmediatamente, puede enfermarse gravemente o incluso morir”.
La investigación, publicada en la revista Nature Communications, encontró que los TWB fatales de 35°C golpearían la llanura del norte de China repetidamente entre 2070 y 2100, a menos que se reduzcan las emisiones de carbono.
Shanghái, por ejemplo, excedería el umbral de fatalidad unas cinco veces y el TWB de “peligro extremo” ocurriría cientos de veces. Incluso si se realizan importantes reducciones de carbono, el “peligro extremo” de los TWB se excedería muchas veces.
Investigaciones anteriores de Eltahir y sus colegas mostraron que el Golfo en el Medio Oriente, el corazón de la industria petrolera mundial, también sufrirá olas de calor más allá del límite de la supervivencia humana si el cambio climático no se controla, en particular Abu Dabi, Dubái, Doha y ciudades costeras en Irán. El fatal TWB de 35°C casi se alcanzó en Bandar Mahshahr en Irán en julio de 2015, donde el calor de 46°C se combinó con el 50% de humedad.
Los científicos también analizaron el sur de Asia en 2017 y descubrieron que también está en riesgo de olas de calor TWB de 35°C en algunos lugares. Incluso fuera de los puntos críticos, las tres cuartas partes de la población de 1,700 millones de personas, en particular las que trabajan en los valles del Ganges y el Indo, estarían expuestas a niveles de calor húmedo de “extremo peligro” hacia fines de siglo.
Pero la llanura del norte de China será el peor lugar, dijo Eltahir:
“La respuesta al cambio climático es significativamente mayor que en las otras dos regiones”. Las señales de ese futuro ya han comenzado, y el estudio encontró un aumento sustancial en olas de calor extremas en la llanura en los últimos 50 años. En 2013, una severa ola de calor en la región persistió durante 50 días, durante los cuales Shanghái batió un récord de 141 años de temperatura.
El profesor Chris Huntingford, del Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido y que no participó en el estudio, dijo:
“La investigación concluye que si las emisiones de efecto invernadero continúan en los niveles actuales, habrá muchos más días en que se crucen los umbrales inseguros. Esto hará que el trabajo al aire libre sea casi imposible en gran parte de las regiones agrícolas de China”.
“Trabajos así es son especialmente útiles, ya que permiten a los gobiernos a planificar mejores prácticas agrícolas, incluyendo lo que se necesita para ayudar a los agricultores a operar de manera segura y así garantizar la seguridad alimentaria”, dijo.
Las temperaturas más extremas en todos los análisis se encontraron en el Golfo, pero ocurrieron sobre el mar. En el caso de la llanura del norte de China, Eltahir dijo: “Aquí es donde vive la gente”.
El cambio climático es el factor clave, pero el riego masivo utilizado en los cultivos en la llanura del norte de China resultó ser significativo también, agregando alrededor de 0.5°C a los altos TWB. Esto se debe a que la evaporación del agua de riego conduce a una mayor humedad y porque el vapor de agua es en sí mismo un poderoso gas de efecto invernadero.
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Los científicos hicieron el análisis ejecutando modelos de clima informáticos detallados durante los últimos 30 años en la llanura del norte de China. Esos modelos que replicaron fielmente las mediciones reales se usaron luego para proyectar el clima de la región desde 2070-2100 para diferentes niveles de emisiones de carbono.
Incluso con recortes en los gases de efecto invernadero, Eltahir dijo que se necesitarían medidas de salud pública en China, como refugios con aire acondicionado y educación a la población sobre los peligros del calor extremo.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes encontrar el original en inglés aquí. |
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