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Un agricultor y un científico agrícola fueron unos de los ganadores este año del ‘Premio Nobel Alternativo’. Ellos están luchando incansablemente para que el mundo sea un lugar mejor.
“Honramos y apoyamos a las personas y organizaciones valientes que han encontrado soluciones prácticas a las causas profundas de los problemas mundiales”, dijeron los organizadores del Premio Nobel Alternativo en Estocolmo, Suecia. Oficialmente conocido como el Right Livelihood Award, el premio se ha otorgado todos los años a principios de diciembre desde 1980.
El agrónomo australiano Tony Rinaudo, también conocido como “el creador de bosques”, ha vivido y trabajado en África durante décadas. Rinaudo ha asumido la tarea de combatir la deforestación y deshidratación extrema de la región del Sahel.
Su técnica consiste en crear árboles a partir de redes de raíces subterráneas, llamándolos “bosques subterráneos”. El éxito de su método es impresionante: solo en Níger, se han restaurado 50,000 kilómetros cuadrados de terreno con más de 200 millones de árboles.
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Lo que Rinaudo ha logrado a lo largo de los años es mucho más que solo tecnología agrícola. Él comenzó un movimiento completo de agricultores que quieren reforestar la región del Sahel. Usando su método, sería posible restaurar un área tan grande como India.
Rinaudo está recibiendo el Premio Nobel Alternativo “por su impresionante capacidad para transformar extensas áreas áridas en suelos fértiles, mejorando así la calidad de vida de millones de personas”.
Él es conocido como “el hombre que detuvo el desierto”. En 1980, Yacouba Sawadogo de Burkina Faso comenzó a transformar un pedazo de tierra inhóspita de casi 40 hectáreas en bosque. En la actualidad, se pueden encontrar más de 60 especies arbóreas y arbustivas allí, y es indiscutiblemente una de las áreas forestales más diversas de la región del Sahel.
Su éxito se basa en el hecho de que él cultiva árboles junto con el trigo. En el idioma local, su método se llama “zai”. Las redes de raíces de árboles retienen el agua de lluvia por más tiempo en el suelo y el grano se usa como forraje para la cría de ganado.
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Aunque al principio se enfrentó a mucha resistencia, lo tacharon de loco y sus campos fueron incendiados, nunca pensó en darse por vencido. Actualmente da seminarios en Burkina Faso y Níger, ayudando a miles de agricultores a restaurar sus tierras.
Además del efecto directo de ayudar a los agricultores, el método zai tiene el potencial de convertirse en una herramienta importante para combatir las causas de la migración y construir una paz duradera.
Fue elogiado “por haber logrado convertir tierras inhóspitas del desierto en bosques y enseñar a los agricultores a restaurar sus suelos con una idea innovadora”.
Este texto apareció originalmente en DW, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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