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El Príncipe William ha unido fuerzas con el naturalista David Attenborough y con más de 60 organizaciones y expertos en el lanzamiento del Earthshot Prize, el premio ambiental que aspira a reconocer y financiar los mejores proyectos para “reparar la Tierra en la próxima década”.
“Nos encontramos en un punto crítico y ante una simple elección”, advirtió el Duque de Cambridge en la presentación de su iniciativa. “O seguimos causando un daño irreparable al planeta, o aprovechamos nuestro poder único como seres humanos para liderar, innovar y resolver los problemas”.
El Earshot Prize aspira a convertirse en algo así como el Nobel de ecología y reconocerá todos los años, hasta el 2030, cinco proyectos de acción ante la crisis climática y otros problemas ambientales. El premio será financiado por donantes privados a través de la William and Kate’s Royal Foundation.
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El Príncipe William, que colabora desde el 2013 con la organización World Wide Fund (WWF) y estudió en Cambridge bajo la tutela de Tony Juniper (coautor junto al Príncipe Carlos de Armonía), sigue así la estela marcada por su padre. El Duque de Cambridge destacó la necesidad de “optimismo y acción” frente al actual “pesimismo ambiental” y destacó la importancia del 2020 para imprimir un giro a la década, con la celebración de la Cumbre de la Biodiversidad en China y la COP26 en Glasgow.
David Attenborugh, que ejerce también de “padrino” del príncipe en su nueva singladura, presta su voz intransferible al vídeo de lanzamiento del premio ambiental:
“El espíritu del Moonshot nos llevó a lograr lo que parecía imposible: llegar a la Luna en una década. El Eartshot pretende inspirar a nueva generación de visionarios, científicos y líderes para pensar de un modo diferente y responder a los grandes retos de nuestro tiempo en la Tierra”.
We’re excited to announce #Earthshotprize, a decade of action to repair the earth. Will you help us solve earth’s greatest problems? pic.twitter.com/AjoCjUZKBj
— TheEarthshotPrize (@EarthshotPrize) December 31, 2019
El lanzamiento del premio se produjo con el trasfondo de los devastadores incendios en Australia, que ha experimentado las temperaturas más altas de los dos últimos siglos. El día más caluroso del mes de diciembre en el Reino Unido se ha registrado también este invierno, con los 18.7ºC alcanzados en el Achfary, en las Tierras Altas Escocesas, bañadas por una corriente inusual de aire caliente.
En el último año se llegó también a la temperatura más alta en pleno invierno en Inglaterra, con los 21.2°C registrados en Kew Gardens, el jardín botánico de Londres, el pasado mes de febrero.
Este texto apareció originalmente en El Mundo, puedes ver el original aquí.
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