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Los gobiernos no deben permitir que la pandemia de coronavirus descarrile la acción sobre el cambio climático, advirtió el un arquitecto del histórico acuerdo de París, diciendo que las vulnerabilidades descubiertas por el virus podrían servir para estimular una respuesta más concertada.
Laurence Tubiana, un ex diplomático francés que jugó un papel decisivo en la negociación del acuerdo de 2015 destinado a evitar el calentamiento global catastrófico, dijo que la interrupción causada por el coronavirus fue una llamada de atención.
“En cierto modo, es una lección: los virus no respetan las fronteras, el cambio climático no respeta las fronteras”, dijo Tubiana, quien sigue de cerca la diplomacia climática, en una sesión informativa en línea. “Si no manejamos la crisis climática, será lo mismo”.
Tubiana habló en medio de crecientes preocupaciones de que la interrupción económica causada por el coronavirus podría tentar a los gobiernos a evitar el esfuerzo masivo para reducir las emisiones de carbono necesarias para estabilizar el sistema climático de la Tierra.
Funcionarios de la ONU dicen que todavía hay planes para celebrar una cumbre importante en Glasgow en noviembre, la más importante desde que se cerró el acuerdo de París, aunque las reuniones preliminares se cancelaron, pospusieron o se trasladaron en línea hasta finales de abril.
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“Creo que es un poco prematuro hablar de aplazamiento”, dijo un portavoz de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que supervisa las negociaciones climáticas, refiriéndose a la cumbre de Glasgow.
Casi 200 países se comprometieron a reducir sus emisiones nacionales en virtud del acuerdo de París, pero necesitan endurecer radicalmente sus promesas para evitar aumentos de temperatura que, según los científicos, podrían hacer que zonas del planeta sean inhabitables.
“La crisis climática no ha desaparecido”, dijo Tubiana, quien ahora dirige la European Climate Foundation, una organización sin fines de lucro, y agregó que el virus había mostrado la “vulnerabilidad del sistema internacional de una manera muy, muy violenta”.
Los activistas climáticos también están preocupados por el posible destino de una cumbre UE-China que tendrá lugar en Alemania en septiembre, vista como una oportunidad importante para coordinar la acción sobre las emisiones.
Una cumbre preparatoria UE-China que debía celebrarse en Beijing a finales de este mes ya se ha pospuesto, confirmó la Comisión Europea.
Este texto apareció originalmente en Reuters, puedes ver el original en inglés aquí.
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