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La crisis de coronavirus pone de manifiesto cómo se favorece la aparición de pandemias en todo el mundo. En Alemania, por ejemplo, la pérdida de especies es particularmente dramática en las áreas agrícolas.
Los seres humanos estamos destruyendo cada vez más áreas naturales, penetrando en regiones a las que en realidad no pertenecen, acabando con los bosques, cambiando el caudal de los ríos y cazando animales exóticos. De esta manera, se entra en contacto con virus peligrosos.
Esto aumenta el riesgo de nuevas pandemias. Estas se han triplicado cada década, desde 1980. Solo que no han tenido un impacto tan grave como el nuevo coronavirus. Expertos y políticos hablaron con motivo del “Día Internacional de la Biodiversidad” (22 de mayo) sobre cómo se puede lidiar con dicha situación.
En realidad, la Conferencia sobre Biodiversidad de la ONU tendría que haberse celebrado en China este otoño, pero se ha pospuesto para 2021, debido al coronavirus. Aproximadamente 180 países de la ONU pretendían debatir allí sobre el objetivo de proteger el 30% de todas las áreas naturales y con agua de todo el mundo hasta 2030. Hay un nuevo requisito: prohibir los mercados de animales salvajes, como el de Wuhan.
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La ministra de Medio Ambiente de Alemania, Svenja Schulze (SPD), se pronunció al respecto con cautela. “China reaccionó de inmediato y cerró los mercados peligrosos. Desde una perspectiva europea, es importante que detengamos el comercio de vida silvestre, en gran medida ilegal, con la ayuda de la Policía y aduanas. Es nuestro turno”, dijo a DW.
El experto en protección de especies del grupo ambientalista Greenpeace, Christoph Thies, está de acuerdo con la ministra: “No podemos esperar que la gente de todo el mundo deje de comer carne de animales salvajes de la noche a la mañana. Hay regiones donde esta es una parte importante de la dieta”.
De hecho, millones de personas en Asia y África viven de esos mercados y obtienen sus alimentos de allí. Al menos, tan amenazante como esos mercados es el comercio ilegal de animales exóticos, difíciles de evitar.
Para el experto de Greenpeace, Thies, es importante que la protección de especies reciba más atención. En 1992, en la Cumbre Mundial en Río, la protección del clima, la biodiversidad y la lucha contra la desertificación se abordaron con la misma importancia. En las décadas siguientes, sin embargo, la protección del clima se convirtió en un tema muy importante. Thies piensa que esos problemas ambientales no pueden separarse.
“La protección y recuperación de los bosques y otros sistemas naturales pueden representar entre el 20 y el 30% de las medidas totales de protección climática necesarias”.
Por supuesto que el objetivo más relevante es acabar con la explotación de combustibles fósiles, pero el papel de los bosques y la naturaleza también es muy importante para la protección climática.
“Hemos estado exigiendo que estos temas se consideren como un paquete completo durante muchos años”. Thies cree que esto no se ha dado debido a algunos políticos: “En muchos países, en muchos gobiernos, las personas involucradas en la biodiversidad y la conservación de la naturaleza a menudo tienen poca relación con las personas que protegen el clima”.
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Mientras tanto, la ministra de Medio Ambiente, Schulze, tiene buenas noticias sobre la desaparición de especies en Alemania, pero las áreas agrícolas de explotación intensiva siguen siendo un gran problema.
Schulze presentó el actual Informe sobre el estado de la naturaleza en Alemania en Berlín y dijo a DW: “Los bosques de hayas, los pájaros, las ciudades, los bosques han mejorado un poco, pero la situación de los paisajes agrícolas es realmente crítica. Lo que ya conocemos como muerte de insectos ya es evidente en nuestro informe. Se necesita hacer más”.
La población de perdices y avefrías se ha reducido en una décima parte de la población de hace 25 años. Los insectos y las mariposas están amenazados en un 70%.
Antje von Broock, del grupo ambiental BUND, aclaró a DW que “la protección de insectos requiere experiencia y un esfuerzo financiero. En este momento, los subsidios agrícolas de la UE simplemente se conceden por superficie y no por rendimiento. Estamos firmemente comprometidos a garantizar que los agricultores obtengan dinero si también hacen algo por la naturaleza y la agricultura”.
Este texto apareció originalmente en DW, puedes ver el original aquí.
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