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La energía solar es una tecnología con un potencial extraordinario. Con todos los avances en eficiencia, costo, almacenamiento de energía y flexibilidad, se puede utilizar energía solar en prácticamente cualquier situación.
Lo que era hace unos años una especulación ahora se ha convertido en una verdadera tendencia. El primer aeropuerto solar en todo el mundo puede ser una sorpresa. El Aeropuerto Internacional de Cochin en Kochi, India, opera al 100% con fuentes de energía renovable y todo comenzó con un proyecto piloto que realmente tuvo alas.
En los Estados Unidos, el récord mundial de la instalación solar más grande en un aeropuerto está en una ciudad más conocida por sus autos rápidos, Indianápolis, Indiana. La energía generada (17.5 MW) ayuda a alimentar los hogares y negocios aledaños, además de los sectores operacionales del aeropuerto. Otros aeropuertos importantes en los Estados Unidos con granjas solares incluyen Denver, Fresno, Tampa, Minneapolis, San José y más. Algunos aeropuertos han integrado la energía solar en sus operaciones cotidianas alimentando las instalaciones de estacionamiento y utilizando sistemas fotovoltaicos de menor escala. La industria de la aviación ya se ha comprometido a reducir sus emisiones de carbono, desarrollar tecnologías más limpias y mejorar su eficiencia.
Al igual que los aeropuertos solares fueron una vez sólo una predicción, es posible que uno logre volar en un avión de energía solar en un futuro no tan lejano.
El Solar Impulse 2 ya ha volado la mitad del mundo usando sólo el poder del sol. Sin combustible, sin petróleo, solo energía solar de ala a ala. El vuelo no para cuando el sol se pone, las baterías del Solar Impulse 2 se cargan a la luz del sol y almacenan energía para alimentar el avión mucho después del atardecer. De hecho, voló durante cinco días y cinco noches en línea recta desde Nagoya, Japón a Hawái, EE.UU.
Ese vuelo sin precedentes fue posible porque el avión no necesita reabastecerse en el sentido tradicional, aterrizando y llenando sus tanques con más combustibles fósiles. En teoría, el avión podría viajar para siempre, cargando sus baterías durante el día con el poder del sol, luego usando su energía de reserva durante toda la noche.
Pero eso no quiere decir que la tecnología sea perfecta…todavía. Después de un largo y peligroso vuelo a través del Pacífico, las baterías del avión se recalentaron. Pero muy pronto volará de nuevo, ya que la tripulación está reparando las baterías y la instalación de un nuevo sistema de refrigeración. Este avión de alta tecnología está demostrando que se puede transitar lejos de los combustibles fósiles y en casi todas las facetas de la vida moderna con energía solar.
La energía solar en sí se está llevando a los cielos gracias a la combinación de la tecnología de drones y los hogares con paneles solares.
En zonas remotas y en los países en desarrollo, la energía solar ofrece una forma de suministrar electricidad a refrigeradores, computadoras, teléfonos móviles, etc., omitiendo la necesidad de combustibles fósiles, mega-redes y centrales eléctricas. No es de extrañar que el “hogar solar” esté despegando en África. Una vez que estas áreas están electrificadas, sin embargo, todavía subsisten algunos desafíos de infraestructura. La entrega de un pequeño paquete puede ser demasiado costosa y se consume mucho tiempo cuando se trata de conseguir un camión y manejar a través de kilómetros de terreno peligroso.
Es por eso que muchas compañías están explorando la idea de que un dron realice la entrega. En áreas donde la red eléctrica ha sido superada por la energía solar doméstica, los drones teledirigidos con energía solar pueden ser el último eslabón de la cadena de suministro. Cada panel de la azotea podría convertirse en una estación de carga para los drones. Podrían hacer entregas a través de una región mientras que paran para recargar en hogares con las estaciones de carga conectadas con los paneles solares. Sin tener que volver a su base, las entregas son más rápidas, más eficientes y más baratas. Además, los clientes obtienen crédito por la energía que los drones obtienen de sus paneles.
Este texto apareció originalmente en The Climate Reality Proyect, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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