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Al vivir en medio camino de una montaña en Perú y no tener acceso a agua corriente, la agricultura puede ser una tarea difícil. En un pueblo llamado Villa Lourdes, los aldeanos reciben entregas de agua potable tres veces a la semana desde Lima. De esa misma agua tenían que sacar buena parte para regar sus cultivos, pero eso fue hasta que se presentó una solución diferente…la niebla.
Utilizando las “Atrapanieblas”, grandes redes erigidas en la ladera, agricultores como María Teresa Avalos Cucho aprovechan la niebla diaria para capturar la condensación. Cada panel recolecta entre 200 y 400 litros al día, luego se almacena en tanques y luego se utiliza para las cosechas.
Este sistema es eficiente, resistente y es mucho más económico que pagar a los conductores de camiones que traigan agua cada día. Según la revista Permaculture, la cosecha de niebla también tiene un potencial particular en las zonas costeras, donde la alternativa es la desalación del agua del mar. La recolección de niebla también se ha utilizado en las zonas urbanas para llevar agua fresca a los barrios marginales.
Este texto apareció originalmente en Treehugger, puedes leer el original aquí .
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