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Investigadores de la Universidad Católica del Norte (UCN) en Chile proponen aprovechar la fuerza del oleaje como una alternativa limpia en el litoral de la Segunda Región.
La energía undimotriz, producida a partir del movimiento de las olas del mar, es una alternativa confiable, “limpia” y cada vez más accesible para abastecer la creciente demanda eléctrica de la Zona Norte de Chile.
Para ahondar en esta propuesta, investigadores de la universidad desarrollaron un prototipo que probarán en el puerto de Antofagasta.
Con la puesta en marcha del proyecto undimotriz WaraQocha (“Lucero de Mar”, en lengua aymara) los científicos esperan aprovechar este potencial, avanzando hacia la construcción y operación de una estación pionera a escala semi-industrial en el sector costero de la capital regional. Previo a esto, ya en el terminal portuario antofagastino se encuentra instalado un sensor para obtener datos acerca de las condiciones del oleaje en el sector. Posteriormente, el prototipo será instalado en ese punto, de cara al mar abierto y con una infraestructura que lo sostiene por medio de un “brazo”.
La iniciativa fue desarrollada por un grupo de investigadores liderados por el Doctor Iván Salazar Castillo, académico del Departamento de Ingeniería Civil de la UCN, con el objetivo de aprovechar la fuerza del oleaje en el borde costero de la capital regional y convertirlo así en una fuente de energía viable para uso domiciliario o industrial, en una región caracterizada por la actividad minera.
Para la puesta en marcha cuentan con recursos cercanos a los 340 millones de pesos, aportados por el Gobierno Regional (GORE) y el Consejo Regional (CORE) de la Región de Antofagasta, a través de un proyecto del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R).
Los positivos comentarios de los ejecutivos de la Empresa Portuaria Antofagasta (EPA), más el aporte de recursos al proyecto, son para sus impulsores un ejemplo del interés que despierta una propuesta orientada a dar respuesta a la creciente demanda energética en la zona.
La energía undimotriz es utilizada en países con un alto nivel de desarrollo. En Japón y el Reino Unido ya está incorporada, mientras que en Latinoamérica solo Chile y Brasil han explorado en forma experimental esta alternativa.
Los investigadores de la UCN destacaron la colaboración de la EPA, quienes desde un comienzo se mostraron interesados en el proyecto, entregando los permisos necesarios y colaboración logística para su ejecución. “Si bien las olas más grandes producen mayor cantidad de energía, también pueden originar daños en los equipos”, indicó Iván Salazar, quien explicó que la elección del puerto antofagastino como el lugar para las pruebas tuvo como fundamento la variación significativa del oleaje, así como el entorno protegido que permite mayor seguridad y evita la ocurrencia de robos.
El académico e investigador de la UCN, doctor Wagner Fleming Petri, explicó que el prototipo cuenta con un sistema que incluye un brazo de 15 metros de largo, el cual está unido a una boya cónica circular de fondo plano cuyo diámetro varía entre los 4.2 y 2.5 metros.
Este sistema oscila dependiendo de la fuerza del oleaje, y está unido a un pistón que introduce agua dulce a un acumulador de presión, el cual alcanza una presión de trabajo de 12 bar como máximo. Luego, esta agua es enviada hacia una turbina que al girar produce electricidad. Una vez liberada, el agua retornará al sistema para repetir el ciclo. La cantidad de energía que producirá el sistema dependerá del oleaje existente, aunque en la fase de prueba no se busca un uso específico para la electricidad, sino más bien evaluar el funcionamiento de la unidad y adquirir conocimientos.
Los ejecutivos de la Empresa Portuaria de Antofagasta, Carlos Escobar Olguín, gerente general y Diego Herrera Hip, gerente de desarrollo, manifestaron su satisfacción porque la UCN desarrolle el proyecto en el puerto y esperan que dé los frutos esperados. “Para nosotros es casi un deber aportar a este trabajo, facilitando las instalaciones para su desarrollo”, expresó el gerente general.
Escobar comentó que el país tiene 15 terminales marítimos, por lo cual se considera que la tecnología undimotriz es escalable. Si los resultados son óptimos, podría significar un importante aporte a las redes portuarias, indicó.
Agregaron que están dispuestos a continuar colaborando, ya que el puerto es parte del origen de la ciudad de Antofagasta y, a la vez, se vincula con la UCN por intermedio de sus profesionales.
Entre los lineamientos estratégicos de EPA, el gerente general mencionó que utilizar o generar energía renovable y ser amistosos con el medio ambiente, son temáticas de gran relevancia. En este sentido, han conversado con otros actores del sector para avanzar en el tema, ya que si a futuro los puertos pudiesen generar energía, estarían en condiciones de proveer también a las naves, y así su estadía en el puerto tendría menos emisiones.
“Nos interesa ser un puerto limpio y estamos trabajando en ese sentido. Hemos estado viviendo el impacto del calentamiento global con daños en las instalaciones, a raíz de las marejadas. Si no se producen cambios en las formas de generación y utilización de la energía en el planeta, tendremos dificultades graves a futuro. Nuestras infraestructuras ya se han visto afectadas por el aumento de la altura media de las olas en años anteriores, por eso estamos preocupados”, precisó Carlos Escobar.
Chile tiene más de 4,200 kilómetros de costa, por lo que es considerado un lugar único en el mundo para la utilización de la energía undimotriz. Este potencial ha sido destacado en distintas publicaciones científicas y diversos organismos, incluido el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Si bien en el país ya existen esfuerzos al respecto en la V Región, es la primera vez que se realiza en la Zona Norte.
Iván Salazar indica que una de las ventajas del proyecto es que es complementario con otros sistemas de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) que también tienen alto potencial en el norte del país.
Además, destaca que la energía undimotriz es limpia, superficial y no afecta a la fauna marina.
“Es un sistema muy poco invasivo y tiene una relación energía-metros cuadrados mejor que la solar y la eólica”, resaltó.
Este texto apareció originalmente en Noticias UCN , puedes encontrar el original aquí.
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