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Cuando los precios del petróleo caen, como lo han hecho en los últimos años, los beneficios del reciclaje se desploman. En la mayoría de los países es más barato simplemente hacer nuevos productos de plástico basados en petróleo que convertir los utilizados una vez en los mismos artículos de nuevo. Esto condujo a una tasa de reciclaje de tan sólo 9% en todo el mundo, y una enorme acumulación de plástico en el océano, según un estudio reciente sobre la producción global de plástico.
Pero a medida que las tasas de reciclaje disminuyen y la contaminación de los océanos empeora, muchos innovadores están tomando desechos marinos, un material notoriamente no reciclable, y lo convierten en elementos útiles.
“Creo que este método es viable si significa que los desechos marinos aumenten de valor, por lo que los esfuerzos para limpiar obtienen una mayor prioridad”, dijo Kristian Syberg, un experto en plásticos de la Universidad de Roskilde en Dinamarca que ha navegado a través del Great Pacific Garbage Patch recolectando muestras de desechos marinos para su análisis. “Esos procesos de limpieza cerca de las zonas costeras en áreas altamente contaminadas podrían eliminar una gran cantidad de desechos marinos, como los microplásticos”.
Los productos actualmente fabricados con plástico oceánico reciclado incluyen botellas de champú, patinetas, gafas de sol, zapatos deportivos, ropa deportiva, alfombras, joyas y pantalones cortos. Algunas empresas involucradas en el “upcycling” de plástico marino están reportando números alentadores para mantener los desechos marinos fuera de los rellenos sanitarios y del océano.
Hace cuatro años, la compañía Cape Porpoise Trading en Maine (Estados Unidos) comenzó a hacer alfombras de viejas cuerdas de trampa de langosta recogidas antes de que se perdieran o fueran abandonadas en el mar.
“Desde el inicio de la compañía, hemos vendido alrededor de 6,500 alfombras y cada una utiliza alrededor de seis libras de cuerda, en promedio”, dijo Kerin Burnett, propietario de la compañía. “A través de nuestro trabajo hemos mantenido casi 40,000 libras de cuerda fuera de los rellenos sanitarios y el océano.”
Burnett dijo que ella contacta a los pescadores por medio de las redes sociales y pide sus cuerdas inutilizables. A pesar de que ella paga por libra, Burnett dijo que muchos pescadores están felices de contribuir con su cuerda de forma gratuita. Una vez que la empresa recoge las cuerdas, el personal las limpia y clasifica según el color y luego teje las cuerdas.
Otro caso es Bureo que recicla redes de pesca en Chile, que de otra manera serían abandonadas en el océano, y las transforma en patinetas y gafas de sol.
Una asociación entre la compañía de ropa deportiva Adidas y la organización de conservación Parley for the Oceans, llamada “Adidas x Parley”, recoge desechos marinos y los utiliza para fabricar zapatos deportivos. Adidas también ha reemplazado las bolsas de plástico por materiales más sostenibles para reducir la cantidad de plástico que fluye en el océano.
En enero, TerraCycle, que recompensa a la gente por enviar su basura no reciclable, como envolturas y envasado de alimentos. TerraCycle se ha asociado con el gigante de los productos de consumo Procter & Gamble para crear la primera botella de champú del mundo hecha de plástico de playa reciclado al 25%. El plástico se obtiene de las personas que lo recogen de las playas locales.
El grupo ambiental canadiense The Ocean Legacy Foundation y la compañía de cosméticos Lush están colaborando en un proyecto para fabricar botellas de productos de basura reciclada.
El uso de desechos marinos como materia prima tiene sus desafíos. Una vez que entra en el océano, un proceso llamado fotodegradación rompe los enlaces químicos que sostienen el plástico. La descomposición también es acelerada por el viento y las olas. Y a menudo, lo que se recolecta, está cubierto de algas y percebes.
Antes de que pueda ser utilizado, el plástico del océano debe ser clasificado, limpiado y desglosado en piezas pequeñas y uniformes. Después se transforma en gránulos que se pueden fundir en varias formas.
Este proceso consume mucho tiempo y a veces es caro. Y mientras que los expertos dicen que los productos upcycled pueden aumentar la conciencia sobre los desechos marinos, notan que no es la mejor manera de tratar la contaminación del plástico del océano.
“El upcycling nunca debe ser el foco de prevención de la contaminación”, dijo Syberg. En cambio, dijo que la gente debería ser alentada a reemplazar el plástico con materiales sostenibles.
Este artículo apareció en Oceans Deeply, puedes encontrar el original en inglés aquí. Para más noticias sobre los océanos puedes suscribirte a la lista de correos de Oceans Deeply.
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