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En la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cambio climático y el medio ambiente apuntan a ser un tema del que los negociadores sólo toquen por la superficie. La razón es el vocabulario tan vago que ha sido utilizado tanto por México, como por Estados Unidos para hacer referencia a sus intenciones de tocar este tema en el acuerdo, coincidieron expertos.
“Las prioridades mexicanas solamente mencionan cuestiones ambientales transitorias, y resaltan la explotación de combustibles fósiles como una oportunidad económica del siglo 21”, dijo Amanda Maxwell, directora de proyectos para América Latina del Consejo para la Defensa de Recursos Naturales.
Además, en el equipo de negociación mexicana no hay especialistas enfocados en medio ambiente, de acuerdo con Alejandra Vergara, investigadora del IPN especializada en temas de medio ambiente.
“De México asisten unos 30 especialistas en negociaciones comerciales, en sí no están preparados para la temática del medio ambiente”, dijo Vergara.
Otro factor, agregó, es el hecho de que la mayoría de los tratados comerciales en el mundo no abordan de manera detallada el medio ambiente, en su lugar, las naciones prefieren firmar o adherirse a protocolos o compromisos internacionales en cambio climático.
En lugar de esperar disposiciones profundas que fuercen cambios en los sistemas de producción y comercialización en pro del medio ambiente, Vergara anticipa que lo que habrá en el acuerdo será una suerte de capítulo reforzado en materia de biodiversidad y conservación de especies, muy apegado al actual acuerdo paralelo que el bloque mantiene.
Este texto apareció originalmente en El Financiero, puedes leer el original aquí.
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