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Después de meses de expectativa, es oficial: 2023 será el año más caluroso jamás registrado. El Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea anunció el hito después de analizar datos que mostraban que el mundo vivió el noviembre más cálido de su historia.
El mes de noviembre fue aproximadamente 1.75 grados Celsius más cálido que el promedio preindustrial, según Copernicus, con una temperatura promedio del aire en la superficie de 14.22 grados Celsius, o alrededor de 57.6 grados Fahrenheit. Y ahora, Copernicus dice que de enero a noviembre de 2023, las temperaturas promedio globales fueron las más altas jamás registradas: 1.46°C por encima del promedio preindustrial.
El otoño boreal, de septiembre a noviembre, también fue el más cálido en su conjunto “por un amplio margen”, con temperaturas 0.88°C por encima del promedio. En septiembre, Copernicus informó que el verano de 2023 fue el más caluroso registrado.
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“2023 ha tenido seis meses y dos temporadas récord”, dijo la subdirectora de Copernicus, Samantha Burgess. “Las extraordinarias temperaturas globales de noviembre, incluidos dos días con temperaturas superiores a 2ºC por encima de la época preindustrial, significan que 2023 será el año más cálido de la historia”.
Esa diferencia entre la época preindustrial y la actualidad sitúa al mundo peligrosamente cerca de cruzar el umbral de calentamiento global de 1.5°C sobre el que los científicos han advertido durante años. El calentamiento continuo significa que los fenómenos climáticos extremos, que ya han empeorado, serán aún más frecuentes e intensos, exacerbando los daños y la pérdida de vidas por sequías, inundaciones, huracanes e incendios forestales.
Copernicus dijo que la temperatura promedio de la superficie del mar para las aguas oceánicas entre 60ºN y 60ºS (aproximadamente entre el extremo sur de Groenlandia y justo debajo de América del Sur) fue la más alta registrada, alrededor de 0.25°C más cálida que el último noviembre récord en 2015.
Copernicus advirtió sobre este resultado en noviembre, diciendo que la designación del año más cálido era “prácticamente segura”.
La Organización Meteorológica Mundial, una agencia de las Naciones Unidas, reiteró la advertencia en la cumbre climática COP28 de la ONU, que se dio a cabo en diciembre, diciendo que las condiciones extremas experimentadas en 2023 han “dejado un rastro de devastación y desesperación”.
La OMM también publicó un informe en el que afirma que el ritmo del cambio climático ha “aumentado alarmantemente”, siendo el período 2011-2020 la década más cálida jamás registrada.
Las temperaturas globales son un punto importante de discusión en la cumbre COP28 en Dubai, que se realizó del 30 de noviembre al 12 de diciembre. Los gases de efecto invernadero, que incluyen dióxido de carbono y metano, entre otros, son gases que atrapan el calor dentro de la atmósfera de la Tierra, calientan la temperatura del aire y derriten el hielo marino, que luego calienta las temperaturas del océano y hace que aumente el nivel del mar.
La mayoría de las emisiones de esos gases provienen de la quema de combustibles fósiles, que incluyen carbón, gas natural y petróleo.
Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático Copernicus, dijo que las temperaturas extremas observadas este año sólo continuarán si no se realizan cambios drásticos rápidamente.
“Mientras las concentraciones de gases de efecto invernadero sigan aumentando, no podemos esperar resultados diferentes a los observados este año”, afirmó Buontempo. “La temperatura seguirá aumentando y también lo harán los impactos de las olas de calor y las sequías. Alcanzar el cero neto lo antes posible es una forma eficaz de gestionar nuestros riesgos climáticos”.
Pasar de la quema de petróleo y carbón a fuentes como la energía eólica y solar es un paso esencial para reducir las emisiones, dicen los científicos. Un estudio publicado en 2022 encontró que por cada aumento de 1 punto porcentual en el consumo de energía renovable, las emisiones de CO2 per cápita se reducirían en un 1,25%. El Laboratorio Nacional de Energía Renovable, que forma parte del Departamento de Energía de EE. UU., también descubrió que agregar un 35% más de energía eólica y solar reduciría las emisiones de carbono entre un 25% y un 45%.
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Ha habido avances en el aumento de la energía renovable en todo el mundo. Tan solo este año, Estados Unidos generó más electricidad a partir de energía solar y eólica que a partir de carbón durante un período récord de cinco meses, y el Reino Unido generó más energía con energía eólica que con gas por primera vez en la historia. Pero muchos países, incluido Estados Unidos, todavía están muy atrasados en sus compromisos de realizar cambios sustanciales.
En la COP28, representantes de casi 200 países debatieron planes para pasar de los combustibles fósiles a las energías renovables. El gran debate es si aceptarán “eliminar gradualmente” o “reducir gradualmente” los combustibles fósiles; lo último de lo cual sería una postura global más lenta y débil sobre la transición.
“Si estás cavando un hoyo y llegas demasiado profundo y no vas a donde quieres ir, lo primero que haces es dejar de cavar”, dijo el enviado climático de Estados Unidos, John Kerry, en la COP28. “Y el equivalente de dejar de investigar sobre este tema del clima es dejar de emitir estos gases venenosos que están destruyendo el planeta y las vidas de las generaciones futuras y nuestra propia capacidad de vivir… Les estamos pidiendo que realmente adopten una mejor calidad de vida.”
Este texto apareció originalmente en CBS, puedes ver el original en inglés aquí.
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