Suscríbete
Los animales en un bosque de Uganda han estado comiendo excremento de murciélago cargada de virus después de que el cultivo de tabaco acabó con su fuente habitual de alimento, según un estudio.
Un virus relacionado con el Covid-19 se encontraba entre los 27 identificados en las heces consumidas por chimpancés, antílopes y monos.
Los investigadores dicen que este hallazgo arroja luz sobre cómo los nuevos virus podrían propagarse de la vida silvestre a los humanos.
Los animales fueron monitoreados en un estudio realizado por la Universidad de Stirling y la Universidad de Wisconsin-Madison.
Te recomendamos: El cambio climático incrementa las enfermedades infecciosas
El proyecto de seis años de duración surgió cuando el Dr. Pawel Fedurek, de la Facultad de Ciencias Naturales y de la Universidad de Stirling en Escocia, observó chimpancés salvajes en el bosque de Budongo comiendo excremento de murciélago acumulado, conocido como guano, en el hueco de un árbol.
En julio de 2017, instaló cámaras que capturaron a otras especies que también comían eses.
Según el estudio revisado por pares, que aparece en la revista Nature, el guano es una “fuente alternativa de minerales cruciales” para los animales después de que las palmeras que alguna vez consumieron fueron “cosechadas hasta su extinción”.
Los árboles fueron utilizados por los lugareños de Budongo para secar hojas de tabaco, que luego se vendieron a empresas internacionales.
Durante poco más de seis meses, los investigadores recolectaron muestras de guano del hueco del árbol donde se filmó a los animales comiendo.
El análisis de laboratorio de las heces identificó varios virus, incluido uno relacionado con el SARS-CoV-2, el virus que causó la pandemia de Covid-19.
“Aún se desconoce si el betacoronavirus encontrado en el guano es transmisible a los humanos, pero ofrece un ejemplo de cómo nuevas infecciones pueden saltar las barreras entre especies“, afirma un comunicado de prensa de la Universidad de Stirling.
“Aproximadamente una cuarta parte de los 27 virus que identificamos eran virus de mamíferos; el resto eran virus de insectos y otros invertebrados”, dijo a la BBC el profesor Tony Goldberg, de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos.
“Los 27 virus eran nuevos para la ciencia, por lo que no sabemos qué efectos podrían tener en los humanos u otros animales. Pero un virus se destacó porque era pariente de un virus que todos conocen: el coronavirus SARS 2”.
Te puede interesar: Brotes de gripe aviar podrían potenciar otra pandemia
El Dr. Pawel Fedurek, experto en comportamiento animal de la Universidad de Stirling, afirmó: “Nuestra investigación ilustra cómo una forma sutil de deforestación selectiva, impulsada en última instancia por una demanda global de tabaco, puede exponer la vida silvestre y, por extensión, a los humanos a virus que residen en en el guano de murciélago, lo que aumenta el riesgo de propagación del virus.
“Estudios como el nuestro arrojan luz sobre los desencadenantes y las vías de transmisión de virus tanto de vida silvestre a vida silvestre como de vida silvestre a humanos, lo que en última instancia mejora nuestras capacidades para prevenir brotes y pandemias en el futuro”.
Los investigadores esperan que sus hallazgos permitan intervenir en la transmisión de virus entre especies y, en última instancia, ayuden a prevenir futuras pandemias.
Este texto apareció originalmente en BBC.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana