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Roma (Italia), una de las ciudades con mayor tráfico de Europa y hogar de miles de antiguos monumentos al aire libre amenazados por la contaminación, planea prohibir los autos diésel para el 2024, dijo su alcalde.
Virginia Raggi anunció la decisión en su página de Facebook, diciendo:
“Si queremos intervenir en serio, tenemos que tener el valor de adoptar medidas enérgicas”.
Sus comentarios siguieron a un fallo judicial en Alemania según el cual las ciudades pueden prohibir que los autos diésel más contaminantes provengan de sus calles.
Alrededor de dos tercios de los 1.8 millones de automóviles nuevos vendidos en Italia el año pasado fueron diésel, según cifras de la industria.
Roma no tiene industrias importantes, por lo que casi toda la contaminación del aire en la capital italiana es causada por vehículos de motor.
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La ciudad regularmente intenta prohibir vehículos muy antiguos y contaminantes de las carreteras en los días en que la contaminación alcanza niveles críticos.
También ha intentado reducir la contaminación al permitir que los automóviles cuyas matrículas terminan en números impares o pares circulen en días alternos.
Pero ambas normas son ampliamente ignoradas y aplicadas por la policía de tránsito. Para evitar la regulación de días alternos, muchas familias compran un automóvil usado con un número de matrícula diferente.
Además de los problemas de salud, la contaminación de los motores de combustión causa daños severos a muchos monumentos antiguos al aire libre de Roma.
Según un estudio realizado el año pasado por una rama del Ministerio de Cultura: 3,600 monumentos de piedra y 60 esculturas de bronce corren el riesgo de un grave deterioro debido a la contaminación del aire.
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Antes de las celebraciones que marcaban el comienzo del nuevo milenio en 2000, la fachada oscura de la Basílica de San Pedro en el Vaticano se limpió como parte de un proyecto que duró varios años. Pero nuevos signos de manchas relacionadas con la contaminación son visibles de nuevo.
Antes del fallo de la corte alemana, los funcionarios de la ciudad altamente industrializada de Milán, en el norte de Italia, ya habían anunciado planes para liberar la ciudad de diésel para el 2030.
Este texto apareció originalmente en Thomson Reuters Foundation, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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