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La tormenta ocurrida entre el pasado martes y el miércoles en el Polo Norte fue una de las más potentes jamás registradas y eso se demostró con el aumento de la temperatura por encima del punto de congelación, desde los -30 grados centígrados habituales en el Ártico.
El registro proviene de los datos de la Agencia Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) que revelaron una caída de la presión atmosférica en tan solo 18 horas.
Ésta se situó en 928 milibares, lo que triplica la probabilidad de una ciclogénesis explosiva, es decir, la formación a gran velocidad de un nuevo ciclón como resultado de la convergencia de masas de aire frío con aire cálido inestable. Además, esta caída en la presión, empujó consigo vientos cálidos de sur a norte.
En cuanto al aumento de las temperaturas, el Programa Internacional de Boyas Árticas llegó a medirlas en un grado centígrado por encima de dicho punto de congelación. Una anomalía meteorológica que sitúa temperaturas extremadamente cálidas para el Polo Norte en esta época del año.
Por otro lado, de acuerdo a estimaciones de modelos meteorológicos, las temperaturas de la zona se han aproximado a los dos grados por causa de la tormenta que previamente causó tornados mortales en Estados Unidos y que además está relacionada con las inundaciones en Reino Unido.
Este texto apareció originalmente en VeoVerde, puedes encontrar el original aquí.
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