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El calentamiento global está afectando plantas y animales, los está forzando a ubicarse en nuevos espacios para encontrar un hábitat más adecuado. Por esta razón, científicos han considerado “corredores de migración”, que son áreas naturales saludables y restauradas que conectan los hábitats actuales con los lugares donde probablemente se queden.
Un informe publicado en los Expedientes de la Academia Nacional de Ciencias muestra que los corredores de hasta casi 100,000 metros de largo enlazarían hasta un 25% más de hábitat a través de los Estados Unidos y en promedio ayudaría a que las especies se adaptaran a un calentamiento adicional de 2.7°C.
“Es algo que los administradores de tierras deben estar pensando ahora mismo”, dijo Jenny McGuire, una ecologista de Georgia Tech y quien dirigió la nueva investigación. “El aumento de la conectividad entre las áreas naturales realmente mejora la capacidad de las plantas y de los animales para rastrear su clima actual”.
Las extensas zonas urbanas, operaciones agrícolas y otros desarrollos humanos han llevado a algunas especies hacia un callejón sin salida y su posible desaparición. Los corredores podrían ayudar a aliviar eso. No serían pasillos o senderos para pasear, sino más bien extensiones de tierra donde el hábitat es lo suficientemente sano como para emigrar a medida que el mundo se calienta.
“Piensa en una flor silvestre. Esa flor no se va a “levantar” y comenzará a correr una noche por un pasillo. Pero a largo plazo, a medida que el clima cambia, debe haber un espacio donde pueda desplazarse a lo largo de ese paisaje natural mientras siguen los cambios climáticos”, dijo Bruce Stein, vicepresidente asociado de la Federación Nacional de Vida Silvestre.
Al este del río Mississippi, sólo el 2% de las áreas naturales están conectadas de una manera que permitirá que las especies migren hacia el norte con su clima actual mientras el planeta se calienta. El oeste está en mejores condiciones, ya que más de la mitad de todas las áreas naturales están “conectadas por el clima”. Los hábitats más conectados están en los desiertos, que son algunos de los lugares menos desarrollados en los Estados Unidos, excepto Phoenix y Las Vegas. Las mejores zonas para los corredores migratorios son las costas del sureste y las praderas que se extienden desde Texas a Montana.
Stein dijo que esto era sólo una herramienta que los administradores forestales pueden usar desde el punto de vista de la adaptación al clima. La “migración asistida”, que es la selección de especies, su traslado a una nueva ubicación y la modificación de los hábitats actuales para hacerlos más hospitalarios, es otra posible acción que podría ayudar a las especies a sobrevivir en un mundo cada vez más caliente.
Este texto apareció originalmente en Climate Central, puedes leer el original en inglés aquí.
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