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El cambio climático no se siente de igual forma en todo el mundo. Este mapa demuestra la migración humana (representada por datos de las Naciones Unidas sobre casi 64 millones de “personas de interés”) cuyos números se han triplicado desde 2005 con la turbulencia climática, (representada por datos del índice Common Sense Climate Index de la NASA). La correlación es sorprendente.
El cambio climático es un multiplicador de la amenaza: contribuye a la inestabilidad económica y política y también empeora sus efectos. Impulsa desastres repentinos como inundaciones y tormentas, y desastres de inicio lento como la sequía y la desertificación. Dichos desastres contribuyen a cultivos fallidos, hambrunas y centros de atención sobre poblados. Las crisis inflaman la agitación política y empeoran los impactos de la guerra, lo que conduce a un desplazamiento aún mayor.
No existe una definición reconocida a nivel internacional para “migrantes ambientales” o “refugiados climáticos”, por lo que no hay un cálculo formal de cuántos han abandonado sus hogares porque el cambio climático ha hecho insostenibles sus vidas o sus medios de subsistencia. Sin embargo, en la Encuesta Mundial Gallup de 2010, alrededor del 12% de los encuestados -que representan un total de 500 millones de adultos- dijeron que los graves problemas ambientales les obligarían a mudarse en los próximos cinco años.
1. Cuenca del Amazonas
A medida que el derretimiento glacial reduce las reservas de agua dulce de la llanura andina, las tensiones crecen entre los lugareños y las operaciones mineras y agroindustriales -que consumen gran parte de lo que queda-. Los investigadores predicen que este conflicto de recursos conducirá a más migrantes a la Cuenca Amazónica, donde muchos ya han recurrido a la minería informal y el cultivo de coca, alimentando el surgimiento de sindicatos criminales.
2. Lago Chad
Un recurso vital para Camerún, Chad, Níger y Nigeria, el lago Chad se ha reducido en más del 90% ciento desde 1963. La catástrofe ecológica es un factor que agrava la crisis de la insurgencia Boko Haram, que ha provocado el desplazamiento de 3.5 millones de personas.
3. Siria
En 2007, el este de Siria, junto con Turquía, el norte de Irak y el oeste de Irán, sufrieron una sequía de tres años, la peor de la región desde que los científicos comenzaron a medirlos. En Siria, la escasez de agua, los fracasos de cosechas y las muertes de ganado causaron un estimado de 1.5 millones de personas de las zonas rurales a las ciudades. Los precios de los alimentos se dispararon, contribuyendo a las tensiones económicas y sociales y dejando a los sirios peligrosamente vulnerables a la guerra subsiguiente.
4. China
Los desiertos del país se han expandido en 21,000 millas cuadradas desde 1975, desplazando las tierras de cultivo y produciendo devastadoras tormentas de arena. El gobierno ha reasentado a cientos de miles de “migrantes climáticos” – muchos de ellos religiosos o minorías étnicas – de todas las zonas afectadas del norte de China.
5. Filipinas
Muchos modelos climáticos predicen que el calentamiento de los océanos hará que los tifones y las tormentas tropicales sean más intensos, aumentando su potencial destructivo. Desde 2013, casi 15 millones de personas han sido desplazadas por tifones y tormentas en Filipinas. El más mortífero de ellos, el tifón Haiyan, que mató a más de 7,000 personas.
Este texto apareció originalmente en NY Times, puedes leer el original en inglés aquí.
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