Suscríbete
El pasado mes de marzo se firmó la “Declaración de Sevilla: el compromiso de las ciudades por la Economía Circular” que, con el objetivo de establecer un modelo de desarrollo sostenible, inclusivo y resiliente, propone reducir el consumo de los recursos naturales e impulsar el reciclaje y la reutilización.
Este documento, en el que han participado ya medio centenar de ciudades de toda Europa se propone como una apuesta por una economía que “transforme los residuos en recursos” y constituya una posible “solución ante la crisis medioambiental que genera el actual modelo económico de desarrollo lineal (toma-crea-desecha)”.
Las ciudades firmantes se comprometen a:
El origen de esta Declaración hunde sus raíces en el “llamamiento a las ciudades a favor de la Economía Circular” realizado en París, en diciembre de 2015, en la Cumbre por el Clima. Y al que ciudades como Ámsterdam, Bruselas, Copenhague, Lisboa, Londres, Milán o Roma ya han dado respuesta. Las ciudades manifiestan su apoyo a la Declaración de París y las exigencias derivadas del paquete de medidas aprobado por el Parlamento Europeo en referencia a un cambio de modelo económico actual, donde el papel de las ciudades es fundamental.
Y es que la población mundial cada vez es más urbana. Naciones Unidas calcula que para el año 2050 el 70% de los habitantes del planeta vivirá en ciudades. En ellas se concentra hoy más de la mitad de la población mundial, se consumen el 75% de los recursos naturales, y se liberan del 60% al 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Y sólo en Europa se generan más de 2,500 millones de toneladas de residuos al año, lo que equivale a una media de casi 5,000 kg por habitante.
La apuesta por una economía circular resulta imprescindible, y desde París se invitó a reconsiderar a las ciudades como “incubadoras para la innovación y la aplicación de soluciones sostenibles para mantener el calentamiento global a un nivel aceptable y preservar nuestros recursos naturales”.
Recordando de que “las metrópolis tienen el poder para acelerar la transición a una economía baja en carbono, el desarrollo de modelos económicos locales que crean riqueza con puestos de trabajo de alta calidad y respetando nuestro medio ambiente”. Y ya son diversas las ciudades que están generando iniciativas exitosas.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana