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Desatender la potencia de las olas del mar para generar energía supone dejar de lado una fuente inagotable, predecible y que aporta además una energía mucho más concentrada que la del viento o el sol. Para aprovechar este potencial, la red eléctrica noruega recibe ya energía captada de las olas de las aguas de la isla de Runde, donde se acaba de completar la instalación de Waves4Power, un sistema pionero con una potencia de hasta 250 kWh.
Diseñada por un consorcio de empresas líderes del sector en un proceso que ha durado años, marcados por el trabajo de desarrollo, los prototipos y las pruebas, esta propuesta para la captación de energía del mar consiste en una enorme boya que es “el corazón del sistema”, según sus impulsores, ya que en ella la energía de las olas se convierte en energía eléctrica.
El mecanismo, ideado sobre el concepto de simplicidad, se compone también de un tubo vertical abierto en ambos extremos, que atraviesa la boya y se sumerge a al menos 30 metros de profundidad. Este tubo, que opera como una bomba de agua, incorpora un pistón que está conectado un conversor y que se activa con el movimiento. Además, el diseño cuenta con un sistema de amarre que fija la boya sin impedirle el movimiento vertical, y con un cable que enlaza con un centro de recolección desde el que la energía se traslada a su vez a la costa a través de otra tubería, de hasta 3 kilómetros, para introducirse en la red de la compañía eléctrica local Tussa Energy.
Por el momento se trata de una fase piloto para que el consorcio analice los resultados del sistema y sus costes para que, si todo cuadra, pasar en un año a una nueva etapa de producción comercial. A la espera de ver el comportamiento de Waves4Power, los promotores subrayan que la boya es, en sí misma, todo un avance, puesto que desde su colocación en febrero de 2016 en aguas de Runde, ha soportado olas de hasta 14 metros de altura.
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