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La isla de Guam llegó a titulares esta semana cuando Corea del Norte, respondiendo al presidente Trump, amenazó con disparar cuatro misiles balísticos en las aguas cerca de las costas del territorio estadounidense. Residentes de Guam dijeron a los reporteros que estaban preocupados por lo que podría suceder si el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, cumpliera su palabra.
Los científicos de Guam, sin embargo, dicen que tienen ellos tienen otra amenaza importante en mente: el cambio climático.
“Sabemos que es grave”, dijo Austin J. Shelton III, biólogo marino y director ejecutivo del Centro para la Sostenibilidad de la Isla en la Universidad de Guam. “Algunos de los impactos ya están aquí, y muchos más están llegando“.
Al igual que otras islas del Pacífico, Guam puede verse afectada en las próximas décadas, ya que el cambio climático altera la temperatura y la acidez oceánica, según la Agencia de Protección Ambiental.
Los expertos dijeron en entrevistas que las consecuencias principales pueden incluir personas que sufrirán estrés por calor debido a un aumento de olas de calor, aumento en la intensidad de las tormentas tropicales, y el daño o destrucción de los arrecifes de coral que son excepcionalmente biodiversos en Guam.
Uno de los elementos que más preocupa es el el daño a los arrecifes podría afectar al sector turístico de 1,400 millones de dólares que, según la Oficina de Visitantes de Guam, representa el 60% de los ingresos empresariales anuales de Guam y casi un tercio de su empleo no federal.
Un estudio realizado en 2007 por el Laboratorio Marino de la Universidad de Guam estimó que el valor económico de los arrecifes de coral de Guam es de 2 millones de dólares por km2 y casi 15 millones de dólares por km2 en una zona de 2,153 pies muy famosa entre buceadores. Los arrecifes son valiosos no sólo como atracciones turísticas, sino también porque funcionan como rompeolas naturales que absorben la energía de las olas y protegen contra la pérdida de playas y la erosión costera.
Los arrecifes ya experimentan un blanqueamiento periódico, y podrían ser más vulnerables porque muchos han sido sobreexplotados.
“¿Los turistas quieren regresar si no ven un arrecife en vivo?”, dijo. “No sé la respuesta a eso.”
Otra preocupación es cómo el cambio climático podría afectar las operaciones en las instalaciones militares de Guam, incluida la Base de la Fuerza Aérea de Andersen, un punto crucial para los bombarderos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que operan en Asia Oriental. Los analistas dicen que la preocupación podría crecer si el Pentágono sigue adelante con planes para trasladar a miles de marines a Guam desde Okinawa, Japón, convirtiendo a la isla en un centro militar aún más estratégico.
Un estudio realizado en 2012 por el American Security Project, un grupo de investigación en Washington, dijo que las instalaciones militares de Guam estaban entre las cinco más vulnerables de todo el mundo a la erosión costera, el clima extremo y el aumento del nivel del mar.
“Obviamente no se puede hacer una guerra desde una base sin electricidad y agua”, dijo Andrew Holland, director de estudios del grupo. Señaló que cuando el último súper tifón alcanzó Guam, en 2002, los tanques de gasolina explotaron y gran parte de la isla estuvo sin electricidad durante semanas.
Este texto apareció originalmente en The New York Times, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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