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Por lo general, el país que ocupa la presidencia de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) organiza su conferencia anual.
Pero Fiyi, el país con ese honor en 2017, no estaba en posición de dar cabida a los 25,000 negociadores, activistas medioambientales y periodistas que convergen en la COP23 de todo el mundo. Aparte de todo, la nación isleña del Pacífico Sur no tiene un centro de convenciones lo suficientemente grande.
Entonces, del 6 al 17 de noviembre, todos estarán en Bonn, Alemania, hogar de la sede de la CMNUCC. Pero Fiyi presidirá el evento, específicamente, el presidente del país, el ex oficial naval Frank Bainimarama.
Para Fiyi, un condado de más de 300 islas, el cambio climático no es solo un tema de conversación, sino una amenaza para la propia existencia de las islas. Los ambientalistas esperan que Bainimarama reúna diferentes intereses en la conferencia y lidere el camino hacia un compromiso realista.
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Sabine Menninger, experta en clima de la ONG Bread for the World Alemania, ha visitado con frecuencia las islas Fiyi y comenta:
“Ellos usarán esta conferencia para resaltar la vulnerabilidad de los estados insulares del Pacífico“, dijo al medio DW. “Están particularmente afectados por el cambio climático, ya que por el aumento del nivel del mar, Fiyi se convirtió en el primer país del mundo en reubicar una aldea entera”.
Lo más importante de la agenda de la COP23 es reafirmar el Acuerdo de París 2015, que vio a los signatarios comprometerse con medidas voluntarias para mantener el calentamiento global por debajo de los 2°C.
También acordaron hacer sus objetivos más ambiciosos en los próximos años. Hasta ahora, los objetivos nacionales bajo el acuerdo no son suficientes para mantenerse dentro del límite de los 2°C.
La saliente ministra de Medio Ambiente de Alemania, Barbara Hendricks, dijo a DW:
“Espero que tomemos medidas para aclarar cómo cumpliremos con el Acuerdo Climático de París. Eso puede parecer poco espectacular, pero es como una nueva ley mundial que fue adoptada en diciembre de 2015 y para esto necesitas reglas de interpretación”.
La negación climática del presidente estadounidense Donald Trump lo llevó a rescindir del compromiso de su predecesor Barack Obama con el pacto mundial.
Retirar a los Estados Unidos del acuerdo no es sencillo, solo puede ocurrir oficialmente en 2020. Por eso habrá una delegación estadounidense en Bonn, encabezada por un alto funcionario del departamento de estado de EE. UU.
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Se espera que los ministros de medio ambiente y los jefes de estado se presenten hasta la mitad de la segunda semana. Y es que la canciller alemana, Angela Merkel, se encuentra en otras conversaciones de coalición en Berlín.
El presidente francés Emmanuel Macron también tiene la intención de hablar, tal vez incluso en un discurso conjunto con Merkel.
Desde California, que está avanzando con su transición a la energía verde independientemente de la política federal, el gobernador Jerry Brown ha dicho que hablará en nombre de la sección de la sociedad estadounidense comprometida con la protección climática y que prometió defender el Acuerdo de París a través de acciones locales.
Con el país más poderoso del mundo aislado al más alto nivel, a menudo se considera que Alemania toma el liderazgo mundial en protección climática. Pero su récord en casa es mixto.
Recientemente, las emisiones del país han ido en aumento. Consume demasiado carbón y es probable que pierda su objetivo de 2020 de reducir las emisiones en un 40% de los niveles de 1990. Hendricks insiste en que Alemania sigue siendo un líder internacional en protección climática, en parte por el papel que ha desempeñado para reducir el costo de la energía renovable en todo el mundo durante las últimas décadas; que según Hendricks, un día será vista como un logro importante para el desarrollo internacional.
Los activistas medioambientales alemanes son más escépticos. “Eso se debe en gran parte a que, especialmente en Alemania, la industria del carbón ha saboteado con éxito la transición energética“, dijo Jan Kowalzig, experto en clima de Oxfam, a DW.
Kowalzig cree que Alemania solo cumplirá sus objetivos para 2020 si el nuevo gobierno se compromete firmemente a renunciar al carbón.
Aun así, a nivel internacional, Alemania podría liderar otro logro importante con un plan para el seguro climático para alrededor de 400 millones de personas en el sur global. Es una idea que Alemania ya presentó en conferencias anteriores, y que podría estar buscando consolidarse en Bonn.
El fundador y director de la ONG Otros Mundos, Gustavo Castro, no pierde la esperanza en que los gobiernos se comprometan a generar políticas para evitar el cambio climático. Pero, el habla de lo que ocurre actualmente y explica lo siguiente:
“Se habla de políticas ambientales y por el otro lado se están impulsando en todo el continente proyectos hidroeléctricos asociados al desarrollo, pero que inundan selvas y bosques y que desplazan a la población campesina indígena. También bloquean los ríos y desaparecen manglares, lo que al final de cuentas, todo esto hace que desaparezca la capa vegetal del planeta”.
Por otro lado, a Castro le preocupa que se estén autorizando proyectos mineros, los cuales implican la extracción de millones de litros de agua cada hora; lo que sigue generando una depredación ambiental.
Otro desafío para América Latina es el tema de seguridad para los ambientalistas, ya que según cifras de la ONU, el año pasado fueron asesinados 200 ambientalistas.
Lastimosamente, el señor Gustavo señaló que el problema se está complicando porque a medida que los gobiernos le permiten a extranjeros realizar inversiones en todo tipo de megaproyectos (los cuales implican procesos que dañan la tierra y explotan los recursos naturales), las comunidades están reaccionando. Exigiendo que se respeten los derechos humanos más básicos, como el acceso al agua; lo que genera cierto conflicto entre ambas partes.
Es por esto, que Castro y otros ambientalistas insisten en un tratado vinculante, el cual permita que se vinculen a las empresas al momento de que se violen los derechos humanos. Esto para evitar más víctimas y para llegar a un acuerdo.
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Este texto apareció originalmente en DW, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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