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Un panel de reguladores de Nebraska (Estados Unidos) votó a favor de permitir que la tubería Keystone XL siga un camino a través del estado, eliminando el último obstáculo regulatorio importante para el polémico proyecto.
La comisión de servicio público de Nebraska votó 3-2 para aprobar un permiso para el ducto, que se extenderá aprox. por 1,931 km y transportará hasta 830,000 barriles de petróleo por día. Crystal Rhoades se opuso al permiso, dijo que estaba preocupada por el impacto en los propietarios y que no había “evidencia” de que el oleoducto crearía empleos en Nebraska.
La votación permitirá que el oleoducto pase por Nebraska, pero no en la ruta preferida por TransCanada, el desarrollador del proyecto. La ruta aprobada está más al este de lo originalmente planeado.
Es probable que la decisión sea cuestionada inmediatamente por los grupos ambientalistas y nativos americanos que afirman que el oleoducto pone en peligro el suministro de agua y empeorará el cambio climático. La semana pasada, una tubería existente de Keystone derramó más de 200,000 galones de petróleo en Dakota del Sur, aunque el panel de Nebraska no tomó esto en consideración en su decisión.
Si bien el oleoducto ha sido aparentemente aprobado, se enfrenta a un conjunto de desafíos legales que pueden retrasar o incluso detener el proyecto. Bill McKibben, cofundador del grupo climático 350.org y uno de los principales opositores al oleoducto, dijo que los abogados con los que había hablado le dijeron que había “mucho espacio para luchar”.
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Michael Brune, director ejecutivo de Sierra Club, dijo que el grupo ya está evaluando sus opciones legales.
“Nuestro movimiento derrotó esta tubería una vez, y lo haremos de nuevo”, dijo.
La posibilidad de nuevas batallas judiciales, junto con los precios del petróleo actualmente desfavorables, provocó una respuesta titubeante de TransCanada a la decisión de Nebraska.
“Como resultado de la decisión, realizaremos una revisión cuidadosa del fallo de la comisión de servicio público mientras evaluamos cómo la decisión afectará el costo y la agenda del proyecto”, dijo Russ Girling, presidente y director ejecutivo de TransCanada.
Los opositores al oleoducto han alineado partes de la ruta propuesta con obstáculos, incluidos árboles, paneles solares, maíz sagrado de la tribu Ponca de Nebraska y un granero con energía renovable. Algunos oponentes probablemente intentarán bloquear físicamente la construcción, comparando su resistencia con los activistas que protestaron contra el oleoducto de Dakota Access en Standing Rock, Dakota del Norte.
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En marzo, el presidente Donald Trump revirtió una decisión de la administración del ex presidente Barack Obama para bloquear la extensión del oleoducto. Trump calificó la revocación como un “gran día para los empleos y la independencia energética”. También dijo previamente que “no habían inconvenientes” para el proyecto.
“Nada ha cambiado en nuestra defensa de la tierra, el aire y el agua de las tierras de Oceti Sakowin“, dijo Faith Spotted Eagle, miembro de la Yankton Sioux Nation, ubicada en Dakota del Sur.
“Está claro que la administración Trump, a través de sus políticas de energía sucia, tiene la intención de destruir nuestras tierras natales sin importarle ningún grupo; todos somos vistos como prescindibles, gravables y sin voz”.
TransCanada ha dicho que todavía está interesado en un proyecto que ha estado en obras desde 2008. El plan expandiría el sistema de tuberías Keystone existente para transportar un gran volumen de petróleo de arenas alquitranadas de la provincia de Alberta (Canadá) a refinerías en la costa del Golfo de Texas.
Los ecologistas han expresado su preocupación sobre el oleoducto porque el petróleo crudo de las arenas bituminosas produce aproximadamente un 17% más de gases de efecto invernadero que el petróleo crudo estándar. También hay temores sobre su impacto sobre el acuífero de Ogallala, uno de los depósitos subterráneos de agua dulce más grandes del mundo, que el oleoducto atravesará.
En 2015, el Departamento de Estado estimó que el proyecto crearía aproximadamente 42,000 empleos directos e indirectos, con alrededor de 50 empleos permanentes para mantener el oleoducto.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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