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El catedrático de Química de la Universidad de Berkeley (EE. UU.) Omar Yaghi ha sido el ganador de la décima edición de los Premios Fronteras del Conocimiento en la categoría de ciencias básicas que concede la Fundación BBVA. Los materiales porosos que desarrolló a mitad de los años noventa se usan en la actualidad en laboratorios de todo el planeta y pueden ayudar a afrontar algunos de los desafíos más importantes del mundo actual.
Por ejemplo, pueden capturar y almacenar el dióxido de carbono, así como atrapar las moléculas de agua presentes en el aire para generar reservas potables.
“El problema del agua afecta a un tercio de la población mundial. Hay miles de millones de litros de agua en la atmósfera y la posibilidad de capturarla supondría una enorme transformación tanto para países con zonas áridas, por ejemplo en el Mediterráneo, como para zonas húmedas pero con agua contaminada”, explicó Yaghi.
Los compuestos metalo-orgánicos (MOF) son materiales capaces de recolectar agua en los poros y, tras calentarla con luz solar, generar agua líquida. En su opinión, esta técnica podría estar disponible en los próximos cinco años, ya que “muchas entidades” de todo el mundo están contactándolo para hacer que sea un “producto real”.
Otro de los grandes retos del siglo 21 es el cambio climático. Los MOF son capaces de extraer el dióxido de carbono y separarlo para que no llegue a la atmósfera. Los procesos de captura de este gas que se usan actualmente emplean compuestos tóxicos y, según explica el catedrático, pueden consumir entre el 30% y el 40% de la energía que produce la central, ya que requieren calentar el agua a altas temperaturas.
Pese a que el químico no se atreve a predecir el tiempo que se tardará en poder aplicarlo en la industria, está convencido de que su implementación a gran escala es factible.
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El diseño de nuevos materiales también puede contribuir al desarrollo de fuentes limpias de energía. Otra aplicación potencial es el almacenamiento de hidrógeno en recipientes menos voluminosos que ahora, ya que cabe mucho más hidrógeno en un tanque lleno de MOF que en uno vacío. Yaghi sostiene que esta técnica está aún en fase preliminar de investigación, pero puede servir para desarrollar un combustible limpio para vehículos basado en hidrógeno.
“Va a haber enormes progresos en lo referente a que la tecnología salga del laboratorio”, explicó Yaghi.
Para que la química reticular se lleve a la práctica y se pueda crear un producto, “se requiere un gran apoyo” tanto de Gobiernos como de empresas:
“El problema de la energía limpia y del agua limpia es enorme, requiere un enfoque y un apoyo a largo plazo. Todo esto es muy prometedor y hemos dado un gran paso hacia delante”, concluyó.
Este texto apareció originalmente en el diario El País, puedes encontrar el original aquí.
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