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Teddy Kinyanjui asistió a la escuela primaria de Kwamwatu para explicarles a los niños la importancia de los árboles como alimento, refugio y combustible, pero también la forma en que protegen los cultivos y las plantas del viento y la erosión del suelo que está convirtiendo el condado de Machakos y gran parte de Kenia en una pileta de polvo.
Kinyanjui es co fundador de Seedballs Kenya, unas bolitas pequeñas del tamaño de un cinco y de color negro. Dentro de cada bolita hay una semilla de árbol la cual está cubierta con una capa de carbón para evitar que los insectos y animales la coman.
Teddy llevó de esas “bolas de semillas” a la escuela para que hicieran una replantación de árboles y pasto en los terrenos baldíos de los alrededores.
“Una bola de semillas tiene el potencial de crecer otro millón de árboles porque si se convierte en un árbol madre en un área que ha sido sobreexplotada y muy degradada, comenzará a replantar algunos de estos lugares”, explicó Teddy.
La replantación de los terrenos de una escuela puede ser un juego de niños, pero replantar un país es una tarea gigantesca. Se estima que Kenia está cortando 5.6 millones de árboles y arbustos al año según la Green Africa Foundation.
“Los aviones y helicópteros son probablemente la única forma de hacer el trabajo rápidamente y en la actualidad, con la orientación GPS y la tecnología de precisión, se pueden llevar las cosas exactamente donde se necesitan: para que la semilla correcta esté en el lugar correcto, en el momento preciso”, dijo Teddy.
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Quien ha convencido a varias compañías de vuelos chárter de helicópteros para que guarden bolsas de bolas de semillas debajo de los asientos para que los pasajeros puedan unirse al esfuerzo de reforestar Kenia. Él realizó un vuelo y comentó:
“Acabamos de plantar 20,000 semillas de árboles en menos de 20 minutos”, sonrió.
“Esto significa que se puede reducir el costo de la plantación de árboles increíblemente en comparación con el método tradicional de cavar hoyos y transportar plántulas”.
“La magnitud del problema en Kenia es absolutamente increíble”, dijo Teddy. “Hay decenas de millones de acres que realmente se han degradado y están llegando a un punto de inflexión casi sin retorno en términos de poder apoyar la vida humana y animal”.
Como dato extra: en 2016, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), agregó a las jirafas a su lista de animales vulnerables a la extinción. La causa principal es la enorme cantidad de árboles talados. La UICN enumera la pérdida de hábitat como la razón principal de la disminución de la población de jirafas.
En el camino de la escuela primaria, un grupo de aldeanos está trabajando arduamente para replantar árboles alrededor de su parcela comunal o shamba.
Millones de kenianos dependen de las asignaciones de aldeas para alimentos básicos como el maíz. La explotación forestal, principalmente para el carbón, el principal combustible local, ha dejado la tierra vulnerable a los fuertes vientos y la sequía, que a su vez ha secado la tierra y la han lixiviado de nutrientes.
Ruth Kitana es una de los aproximadamente 20 aldeanos reunidos para trabajar en el proyecto de reforestación dirigido por la organización benéfica World Vision Kenya y una agencia del gobierno local.
“La cosecha fue tan pobre que solo tuvimos lo suficiente durante un corto tiempo”, comentó. “No quedaba nada… ahora tenemos que comprar cosas como la harina de maíz y el maíz en el mercado”.
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Aproximadamente la mitad de las semillas germinarán para convertirse en árboles maduros. Y hay evidencia de que las especies de árboles nativos, como las acacias, se vuelven más fuertes, con sistemas de raíces más extensas que las que se cultivan en una maceta y luego se trasplantan.
Las raíces más fuertes deberían hacer que el árbol sea más resistente a la sequía y al clima extremo, además de anclar la tierra para detener la erosión del suelo. Ruth espera que dentro de cinco años su hogar vuelva a ser verde y sus cultivos prosperen una vez más. Y, con el tiempo, Teddy espera poder proporcionar una nueva fuente de ingresos a los agricultores como Ruth.
“Eventualmente, esperamos pagarle a los agricultores para que cultiven árboles para sus semillas, de manera similar al comercio del café”, comentó.
Seedballs Kenya acaba de comenzar a exportar semillas al Congo y Teddy espera que, con el tiempo, ayuden a reforestar las zonas áridas de todo el mundo.
“Mi sueño para Seedballs Kenya es hacer un cambio positivo a un costo que podamos pagar”.
Este texto apareció originalmente en BBC NEWS, puedes encontrar el original en inglés aquí. |
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