Suscríbete
Los daños causados por las intensas lluvias e inundaciones en Filipinas debido al paso de tres ciclones consecutivos superan ya los $4.8 millones, informaron fuentes oficiales.
Además de los daños en infraestructuras y agricultura, el temporal también destruyó totalmente nueve viviendas en varios puntos del país y causó daños en otras 147, según el Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC).
Conoce más: Los desastres naturales dejan sin hogar a 14 millones de personas cada año
Estos daños se deben al embate de las tormentas tropicales Son-Tinh y Ampil, y una depresión tropical que azotó el país, lo que intensificó las lluvias de los monzones.
El paso sobre el archipiélago de esa tercera depresión, llamada Josie por los servicios de meteorología de Filipinas, obligó a elevar la alerta roja en las provincias de Cavite, Batangas y Bataan, en el norte del país.
En esas regiones, ubicadas en el centro de la isla de Luzón, se registraron fuertes inundaciones que llegaban hasta el nivel del pecho de los transeúntes. También estaban en alerta naranja por riesgo de inundaciones las provincias de Manila, Zamabales y Laguna, también en la isla de Luzón.
Tras las lluvias, el NDRRMC declaró un estado de calamidad en varios municipios de las regiones de Bulacan, Cavite, Bataan e Ifugao, así como en el distrito de Marikina en Manila.
En ese distrito, el río que lleva el mismo nombre superó los 17 metros de altura, lo que obligó a evacuar a unos 5,000 residentes en las proximidades de la rivera.
Según el último boletín de la agencia de meteorología PAGASA, la depresión Josie se situó a 330 kilómetros al noreste de Batanes, en el extremo norte del país. Está previsto que al disiparse la depresión se mantendrá el país bajo tormentas y fuertes chubascos.
Este texto apareció originalmente en EfeVerde, puedes encontrar el original aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana