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Según Amnistía Internacional, los enfrentamientos en Nigeria (África) entre agricultores y pastores seminómadas han cobrado la vida de más de 3,600 personas desde 2016, la mayoría de ellas este año. El informe documenta un aumento de la violencia, la cual podría influir en los resultados de las elecciones de febrero de 2019.
Muhammadu Buhari está buscando un segundo mandato en esas elecciones, pero su campaña se ha visto afectada por las acusaciones de que ha mandado con una justicia suave a uno de los bandos responsables de los enfrentamientos, los pastores, muchos de los cuales provienen del mismo grupo étnico fulani del líder.
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La violencia a menudo se pinta como etnorreligiosa: principalmente pastores fulani musulmanes que chocan principalmente con agricultores cristianos.
Pero muchos expertos y políticos dicen que el cambio climático y la expansión de la agricultura están creando una competencia por la tierra que está empujando a los agricultores y pastores al conflicto, independientemente de su fe o etnia.
“El hecho de que las autoridades nigerianas no hayan investigado los choques comunales y haya llevado a los responsables ante la justicia ha provocado una escalada sangrienta en el conflicto entre agricultores y pastores de todo el país, que ha provocado al menos 3,641 muertes en los últimos tres años y el desplazamiento de miles de personas más”, explicó Amnistía en un comunicado.
De los 310 ataques registrados entre enero de 2016 y octubre de 2018, el 57% se produjo en 2018, comentó el grupo de derechos.
Después de una estación húmeda más tranquila en el verano, los expertos ahora temen que los choques vuelvan a surgir a medida que comienza la estación seca, lo que obliga a los pastores a moverse hacia el sur hacia una tierra más verde y suministros de agua, a menudo a través de tierras de cultivo.
Cualquier aumento de la violencia coincidiría con la votación de febrero de 2019.
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“Estos ataques fueron bien planeados y coordinados, con el uso de armas como ametralladoras y rifles AK-47”, dijo Osai Ojigho, directora de Amnistía en Nigeria.
“Sin embargo, poco han hecho las autoridades en términos de prevención, arrestos y procesamientos, incluso cuando la información sobre los presuntos autores estaba disponible”, comentó.
El conflicto entre agricultores y pastores mató seis veces más personas que la guerra con la insurgencia de Boko Haram en la primera mitad de 2018, dijo el Grupo de Crisis Internacional en julio.
“En algunos lugares, debido a los fracasos de las fuerzas de seguridad, la competencia por los recursos se usa como pretexto para matar y mutilar a lo largo de líneas étnicas o religiosas”, dijo Ojigho.
Este texto apareció originalmente en Thomson Reuters Foundation, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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