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El desierto egipcio está preparado para albergar el primer bosque vertical del continente africano.
El arquitecto y urbanista italiano Stefano Boeri ha presentado diseños para tres edificios cubiertos con árboles y plantas que absorben la contaminación en la Nueva Capital Administrativa de Egipto, que se está construyendo en el desierto al este de El Cairo.
Desde Milán, Stefano Boeri Architetti ha diseñado bosques verticales para ciudades de todo el mundo, pero el proyecto egipcio será el primero de su tipo en África.
Está colaborando con la diseñadora egipcia Shimaa Shalash y la arquitecta paisajista italiana Laura Gatti en el trío de edificios de siete pisos en forma de cubo que formarán parte del desarrollo en la ciudad naciente.
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Los edificios tendrán terrazas plantadas con 350 árboles y 14,000 arbustos de más de 100 especies diferentes. Uno de los tres edificios será un hotel, mientras que los otros dos albergarán unidades de apartamentos.
La nueva capital planeada eventualmente albergará ministerios, embajadas, vecindarios residenciales y un distrito financiero. Reemplazará a la capital actual, El Cairo, que sufre de hacinamiento, congestión de tráfico y contaminación del aire.
Los bosques verticales empaquetan miles de metros cuadrados de vegetación en solo unos pocos cientos de metros cuadrados de espacio urbano, proporcionando sombra y creando hábitats para aves e insectos, según Boeri.
Los árboles, arbustos y plantas absorben dióxido de carbono, producen oxígeno y filtran el polvo del aire.
El concepto despegó en 2014, con el Bosco Verticale de Milán, un par de bloques de torres residenciales de 110 y 76 metros, diseñado por Boeri, con alrededor de 900 árboles y más de 20,000 plantas y arbustos más pequeños.
Mientras tanto, la ciudad forestal de Liuzhou, otro proyecto de Boeri, está en construcción en la provincia de Guangxi, en el sur de China. Tendrá más de 40,000 árboles y 1 millón de plantas que cubrirán sus edificios.
Se espera que los árboles y plantas en la ciudad forestal de Liuzhou absorban anualmente 10,000 toneladas de CO2 y 57 toneladas de contaminantes, mientras producen alrededor de 900 toneladas de oxígeno.
En los Países Bajos, Boeri también ha diseñado el Bosque Vertical Trudo de 19 pisos, que alberga 125 unidades asequibles dirigidas a familias de bajos ingresos.
Además de combatir la contaminación, los bosques verticales también ayudan a prevenir la expansión y proporcionar más viviendas, un problema creciente a medida que el mundo continúa urbanizándose a un ritmo acelerado. Para 2050, el 68% de la población mundial vivirá sectores urbanos, en comparación con el 55% actual, según la ONU.
Este texto apareció originalmente en Weforum, puedes ver el original en inglés aquí.
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