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En los últimos años, Guatemala ha sido azotada en varias oportunidades por la furia de la naturaleza. Muerte y destrucción ha sido el denominador común de los desastres naturales a los que el país se ha enfrentado.
La vulnerabilidad del país ante terremotos, huracanes, tormentas y erupciones volcánicas le han dado uno de los primeros puestos en la lista de los países con mayor riesgo en el mundo.
De acuerdo con estudios de la Universidad de Naciones Unidas, y cuyos resultados fueron compilados por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Guatemala ocupa el puesto siete de dicha lista, lo que llama la atención si se toma en cuenta que en el mundo hay 194 países.
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El mismo estudio revela que Guatemala ha estado en los primeros lugares de la lista durante varios años; por ejemplo, del 2011 al 2018, el país ocupó la cuarta casilla, y luego de la última actualización, en el 2019, se colocó en la séptima posición.
De acuerdo con la Conred, las condiciones de vulnerabilidad de Guatemala se han incrementado en los últimos años debido al crecimiento poblacional, en la mayoría de los casos desordenado.
En el país se han identificado 10 mil 51 puntos de riesgo (cinco mil 464 por deslizamiento y cuatro mil 587 por inundaciones), áreas que se mantienen en constante monitoreo durante todo el año, para implementar acciones para proteger a la población.
Guatemala ha sido escenario de tragedias de gran magnitud, como la ocurrida hoy hace 44 años, cuando un terremoto de 7.6 grados despertó a la población en medio de la destrucción. Ese movimiento telúrico dejó 23 mil muertos, 76 mil heridos, tres millones 750 mil damnificados y más de un millón de viviendas, puentes, carreteras y edificios dañados.
En 1998, el huracán Mitch azotó a Guatemala. Hubo 750 mil personas afectadas, 106 mil damnificados y evacuados, 268 muertos, un número similar de heridos y 121 desaparecidos.
En octubre del 2005 fue la tormenta tropical Stan la que causó estragos en Guatemala. Dejó tres millones 500 mil personas afectadas, 474 mil 821 damnificados directamente, 669 muertos, 884 desaparecidos y 42 mil 941 albergados.
En el 2015, un deslizamiento en El Cambray 2, Santa Catarina Pinula, Guatemala, mató a 280 personas y 70 quedaron desaparecidas.
El 3 de junio del 2018, la erupción del Volcán de Fuego, ubicado entre Chimaltenango, Sacatepéquez y Escuintla, dejó muerte y destrucción, al grado que en la actualidad muchas personas aún no tienen donde vivir.
Información recabada hasta el 16 de abril del 2019, da cuenta que esta tragedia dejó 201 muertos, 229 desaparecidos y un millón 714 mil 387 personas afectadas.
De acuerdo con José Miguel Leiva, analista en temas ambientales, la vulnerabilidad del país se debe a la falta de ordenamiento territorial, una medida que se debió haber implementado a partir de 1950.
Leiva asegura que, ante la falta de Planes de Ordenamiento Territorial (POT), en el país se hacen construcciones en lugares donde la resistencia del suelo es precaria, incrementando con ello los riesgos de deslizamiento o derrumbes.
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“Hay varios factores, uno de ellos es que el relieve topográfico del país, pues más del 51 por ciento del territorio nacional es escabroso, con pendientes que van del 30% al 40% de inclinación, lo que hace que el país esté predispuesto a la vulnerabilidad de desastres naturales”, dijo Leiva.
Agregó que el tipo de suelo en gran parte de Guatemala es arenoso, y que sobre este no se deben hacer construcciones por ningún motivo; sin embargo, ante la falta de normativas, muchas comunidades se han asentado en esos lugares.
“Sí se hubiera tenido una buena planificación territorial en Guatemala ahora no estuviéramos sufriendo la exposición a los desastres naturales”, Añadió Leiva, quien asegura que las municipalidades deben implementar de manera urgente los POT.
En cuanto a los sectores de riesgo que ya están habitados, Leiva recomienda capacitar a la población y hacerle conciencia de que deben convivir con el peligro, para que se crecen planes de prevención que permitan evacuaciones cuando el caso lo amerite.
Este texto apareció originalmente en Prensa Libre, puedes ver el original aquí.
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