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Luego de que el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) anunció un acuerdo para frenar la entrada en operaciones de plantas de energías renovables y dar de alta a centrales consideradas como despachables o must run, expertos advierten que esto daría pie a que operen plantas viejas de la CFE con mayor impacto ambiental y económico para los consumidores.
Alfonso Morcos Flores, director del CENACE, aseguró que esta decisión se tomó ante el riesgo para garantizar el abasto de energía eléctrica que implicaría la apertura de centrales solares y eólicas.
En su lugar, se dará de alta a las centrales must run, aquellas que sin importar los costos que genere deben continuar produciendo energía porque no pueden ser apagadas.
El especialista Ramsés Pech considera que esta medida formaría parte de una estrategia para deshacerse del combustóleo generado por las refinerías petroleras, un punto con el que concuerda el presidente del Cluser Energético de Nuevo León, César Cadena.
“Si se estaban procesando 400 mil barriles diarios en las refinerías y generando un 26% de combustóleo, y ahora se puede incrementar la producción, se generarán más barriles de un producto que nadie quiere en el mundo, pero que ahora lo podrían quemar las centrales de CFE”, observó.
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Sin embargo, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) señaló que la medida dificulta la competencia para la iniciativa privada, ya que sólo beneficia a las centrales generadoras más contaminantes y costosas.
“Sin motivación técnica sólida ni fundamento jurídico plenamente justificado, el CENACE ha desatendido su mandato legal de salvaguardar la eficiencia del Sistema Eléctrico Nacional y la competencia en el mercado eléctrico, lo cual impacta negativamente a miles de consumidores en el sector comercial e industrial”, señaló la CCE.
Asimismo, consideran que cierra la puerta al desarrollo de las energías renovables en el país al impedir que entren en operaciones plantas solares y eólicas que están en proceso de construcción.
“El CENACE sí tiene la potestad de hacer esto, pero siempre tiene que justificarlo, y ahora no lo está haciendo”, señaló Casiopea Ramírez, analista de Fresh Energy.
Además, los expertos consideran que esta medida podría abrir las puertas para que operen plantas viejas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que emplean diesel o combustóleo, lo que a su vez representa mayor daño al medio ambiente.
“Estas centrales se van a usar más porque ellos mismos están evitando que entren a operar las plantas renovables”, señaló Jorge Arrambide, especialista del Despacho Santos Elizondo.
Ante este panorama, el CCE anunció que tomará acciones legales contra la decisión del CENACE.
Este texto apareció originalmente en Debate, puedes ver el original aquí.
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