Suscríbete
Los científicos monitorean la frecuencia de congelación del Danubio para rastrear el aumento de las temperaturas.
Como país sin salida al mar en el corazón de Europa, Hungría tiene un clima típicamente continental, con poca o ninguna influencia del mar. Como resultado, el clima es mucho más extremo que otro país europeo en la misma latitud, Francia.
La diferencia entre las temperaturas típicas en verano e invierno puede ser de hasta 30°C, en comparación con un rango de aproximadamente 20°C en el oeste de Francia y menos de 10°C en el oeste de Irlanda.
Te recomendamos: Aumentos de temperatura podrían hacer a Siberia una tierra atractiva para vivir
En julio y agosto, las temperaturas alcanzan regularmente los máximos de 30°C; mientras que los de enero y febrero suelen permanecer muy por debajo del punto de congelación. Las precipitaciones se distribuyen de manera bastante uniforme a lo largo del año, aunque con un ligero pico a fines de la primavera y los meses de verano.
La nieve suele caer en el suelo en invierno, y el Danubio, en la capital Budapest, solía congelarse con regularidad. Sin embargo, durante las últimas décadas esto ha sucedido con mucha menos frecuencia, ya que las temperaturas regionales han aumentado debido a los efectos de la crisis climática global.
Los científicos ahora están utilizando los cambios en la capa de hielo del Danubio para rastrear el aumento de las temperaturas; y advierten que si bien la falta de hielo puede ser una buena noticia para los operadores de cruceros fluviales, suena una advertencia oportuna para el resto de nosotros.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes ver el original en inglés aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana