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La empresa costarricense SAILCARGO ha lanzando un nuevo proyecto que consiste en un barco velero cero emisiones como una alternativa a los buques tradicionales para transportar carga entre los océanos.
El proyecto Ceiba, no solo ofrece un barco que no contamina el ambiente, sino promete ser el más grande del mundo en su tipo, ya que contará con un motor 100% eléctrico regenerativo, ideal para la navegación en puertos y soportar climas extremos. Este modelo verde asegura también que la cargas llegarán a tiempo a su destino.
La iniciativa comenzó gracias una de las fundadoras, Danielle Doggett, quien tiene experiencia en barcos tradicionales y habilidades de gestión de proyectos para iniciativas de carga de velas. Trabajando con varios proyectos a lo largo de su carrera fue como al barco de carga sin motor “Tres Hombres” en República Dominicana. Así colaboró por tres años con Lynx Guimond, experto en barcos y con un enfoque para lograr navegar y transportar carga libre de emisiones.
Después de esa experiencia, Danielle comenzó a investigar planes de negocio y estudiar al mercado, hasta que Lynx entró en acción como cofundador ofreciendo una nueva iniciativa y aportando el aspecto técnico.
“Lynx resuena con aquellos que tienen el placer de trabajar con él. Durante los últimos seis años, antes de comenzar a construir Ceiba, Lynx estuvo diseñando y construyendo casas en los árboles en la jungla costarricense y ayudando en los recorridos de las copas de los árboles designados para la investigación de biología”, cuenta Francine Arias, asistente administrativa del proyecto.
“Es él quien toma la iniciativa y envía un mensaje a sus amigos por Facebook, diciendo: ‘¡Hola! chicos, siempre hemos hablado de construir un bote … ¿lo vamos a hacer o no?’ Danielle responde inmediatamente: ‘¡Sí! y me gustaría hacer la parte de números. Tengo todo listo para esto’”.
SailCargo tiene como compromiso proteger la salud del medio ambiente, lo que se ve reflejado en su proyecto Ceiba, el buque de carga que no contribuye con la contaminación y continúa satisfaciendo la necesidad de transporte marítimo a través de buques de carga, teniendo además, un sistema regenerativo y autosustentable.
Además de este servicio, la empresa también busca educar a las personas sobre este enfoque verde, así como ayudar con el desarrollo de las comunidades. Es por esto que se crea Astillero Verde, una asociación sin fines de lucro que busca sembrar más de 12,000 árboles antes del lanzamiento de Ceiba, con el objetivo de compensar la madera extraída para su producción, que proviene de árboles maduros que no son contraproducentes en el ecosistema.
“Este año lleva 1,600 árboles plantados y busca día con día donaciones para poder seguir con este plan de mejorar de muchas formas la comunidad, el planeta, aunque solo sea un granito de arena, está claro para todos los que estamos en este proyecto (…) que se quiere mejorar la situación actual plantando más de lo que hemos tomado, para mantener y luego regenerar, creemos que esta será la forma de retribuir”.
La construcción de este buque es de gran importancia para el país, ya que brinda la oportunidad para generar un modelo de negocio para una economía verde.
“El objetivo es transportar hasta 270 toneladas en productos como café, cacao, algodón, cebada, material textil, entre otras; recorrerá el Océano Pacífico, tan al norte como Alaska y tan al sur como Perú, con un sistema sostenible. Sin perder de vista la misión principal de proteger la salud del medio ambiente con Cargas Carbono Neutro”.
La empresa es financiada por inversionistas privados, que apoyan negocios sostenibles y que buscan la forma de evolucionar la industria de carga, de manera que siga siendo viable financieramente. Es así como Ceiba es impulsada para transformar al sector marítimo y ser un ejemplo para el mundo de parte de Costa Rica.
“Se escoge Costa Rica para la construcción del Barco ya que es uno de los mejores lugares del mundo para hacer un proyecto como este, hablando de la parte ambiental, ya que opera 99% sin emisiones para su poder nacional, y tienen una gran cantidad de legislación vigente que apoya el pensamiento ambientalmente activo”.
Actualmente, Ceiba cuenta con voluntarios locales y extranjeros, siendo un 50% de Latinoamérica y el otro 50% del resto del mundo. Ya son alrededor de 180 personas las que se han interesado en ser parte de este innovador proyecto.
Para las comunidades locales también ha sido una fuente de empleo poder participar en el proyecto, además de brindar capacitaciones de educación ambiental, como cursos de construcción según su visión sostenible y talleres de herrería artesanal, entre otros tipos de conocimientos para poder enriquecer las habilidades de los trabajadores.
Por el momento, se está buscando el apoyo de más inversionistas que les permitan construir el barco, además de más voluntarios para su producción.
Después de haber completado su construcción y los productos a transportar, la compañía ha determinado la ruta que realizarán, la cual es la línea Pacific Exchange (PAX), que comienza en Costa Rica, atravesando Perú, las Islas Galápagos, Hawai y Canadá, llegando nuevamente al país centroamericano.
“Se elige esta ruta debido a que actualmente no hay opción para enviar a vela con una huella de carbono neutral en este lado del mundo, por lo que Ceiba llena ese vacío para sus clientes”.
Puedes conocer más sobre Ceiba aquí.
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