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Las marcas que son transparentes, responsables y proactivas sobre el propósito fortalecen las relaciones con las partes interesadas. Una vez que se sumerge en la responsabilidad social corporativa, puede resultar difícil aclarar, cuantificar y amplificar su impacto.
Home Depot es un excelente ejemplo de una marca que aprovecha el negocio para el bien común. En un Informe de responsabilidad 2020 de Home Depot publicado recientemente, la compañía ilustra su responsabilidad ambiental y social.
Algunos aspectos destacados incluyen una reducción del 10% en las emisiones de CO2 desde el año pasado y una inversión de ayuda de COVID-19 de $1 mil millones para los empleados. También es de destacar que Home Depot se comprometió a eliminar gradualmente la espuma de poliestireno expandido (EPS) y la película de cloruro de polivinilo (PVC) de su empaque de marca patentada para 2023. La marca también se comprometió a fabricar o comprar 335 megavatios de energía renovable (suficiente para alimentar a más de 90,000 hogares durante un año) para 2025.
En 1993, fueron el primer minorista en anunciar un sistema de control y balance para reclamos ambientales. Si un fabricante hacía una declaración de beneficio ambiental, tenía que presentar una verificación. Nadie estaba haciendo eso en ese entonces, siendo Home Depot el primer minorista nacional en tener madera certificada del Forest Stewardship Council (FSC) en nuestras tiendas, según cuenta Ron Jarvis, vicepresidente de comercialización y sostenibilidad de Home Depot.
“Cuando comienzas a hablar sobre preocupaciones ambientales, la gente se emociona mucho con un tema específico o se pone con los ojos vidriosos porque hay miles de puntos de información que les llegan. El 99.9% del impacto ambiental se incluye en estas cinco categorías: emisiones de carbono, exposición a sustancias químicas, deforestación, conservación del agua y desechos. Usamos esas categorías para tener una buena idea de cuál es nuestro impacto ambiental. Usamos el Informe de responsabilidad como una boleta de calificaciones”, añade.
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Al lanzar su iniciativa de Eco Options, la compañía gastó cientos de miles de dólares en capacitar a sus asociados, enseñándoles a ahablar sobre la madera certificada y a responder otras preguntas sobre sostenibilidad. Seis meses después descubrieron que los consumidores querían hacer su propia investigación, por lo que impulsaron la certificación.
“Exigimos que todo lo que entra en el programa Eco Options debe ser certificado o verificado. Hace unos años, noté algo. Hacemos $10 mil millones en opciones ecológicas. Es aproximadamente el 10% de nuestras ventas. Pasaría por encima del 90% de nuestras categorías de productos para hablar del 10%”.
En cuanto al otro 90%, Jarvis explica que cuentan con una de las políticas químicas más completas, las cuales aplican para los productos menos amigables con el medio ambiente, reduciendo así su impacto.
A pesar de las múltiples crisis económicas y sanitarias, la compañía continúa tratando de salir de ellas con un enfoque sostenible. Actualmente están redoblando su compromiso con las energías renovables, así como están reduciendo el uso de plástico, poliestireno y otros materiales que no son fáciles de remover del ambiente.
“También estamos orgullosos de nuestra reducción de energía. Entre 2009 y 2019, redujimos nuestro uso de energía en las tiendas. Recortamos más de 2 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono”.
Este texto apareció originalmente en Forbes, puedes ver el original en inglés aquí.
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