Suscríbete
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó en 1,879 millones de dólares los daños ocasionados en Honduras por las tormentas tropicales Eta e Iota que en las primeras dos semanas de noviembre azotaron al país centroamericano, informó este domingo la Presidencia hondureña.
Según un informe elaborado por la Cepal, a petición del Gobierno hondureño, los daños de las dos tormentas son de “45,676 millones de lempiras y una reducción del 0.8% en el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de este año que se suma a los efectos derivados de la pandemia de covid-19”.
El documento fue elaborado con el apoyo de las secretarías de Finanzas y de Coordinación General de Gobierno, el Sistema de Naciones Unidas en Honduras, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros.
“Los impactos de las dos tormentas en Honduras han estado devastadores tanto en términos sociales como en términos económicos. A nivel humanitario hay más de 4 millones de personas afectadas, con 2.5 millones de personas en necesidad. Hay 92,000 personas en albergues y 62,000 casas afectadas”, señala el informe de la Cepal.
El 50% de estos efectos son “daños directos”, un 45% son pérdidas y el 5% restantes costos adicionales que surgieron como consecuencia de las dos tormentas tropicales.
Te recomendamos: Huracán Eta causa daños catastróficos en Nicaragua y Honduras
El sector privado se ve “más impactado con efectos totales de 36,210 millones de lempiras ($1,490 millones), que corresponde a 69% de todos los efectos”, mientras que el público sufre daños por 392.9 millones de dólares, lo que equivale al 31% de los efectos totales, indicó la Cepal.
Los sectores más afectados son transporte ($837.9 millones), agua y saneamiento ($292.2 millones) y vivienda ($266.2 millones), lo cual refleja el “severo impacto que las recientes tormentas tropicales tienen en la vida de nuestra población”, detalla el informe.
Ante estos daños y pérdidas, el informe de la Cepal destaca la importancia de que el proceso de reconstrucción de Honduras tenga una visión hacia la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, con especial enfoque en la resiliencia para que el daño y la devastación de futuras tormentas sean menos severos.
Los embates de Eta e Iota presentan una “nueva oportunidad a Honduras para realizar un análisis retrospectivo sustentado también en las experiencias vividas durante eventos climáticos previos, entre los que destacan los huracanes Fifí (1974) y Mitch (1998)”, subrayó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Entre 1998 y 2017, Honduras fue el segundo país del mundo más afectado por desastres climáticos, según el índice de riesgo climático.
El análisis de la Cepal debe “sentar las bases para promover una recuperación resiliente y sostenible, para abordar de forma definitiva las barreras al desarrollo y evitar los severos retrocesos sociales y económicos a los que se ha tenido que enfrentar el país casi de forma cíclica”, señala el documento.
Para ello, esta nueva visión debe colocar a los diferentes niveles y actores del territorio como “elementos centrales para la transformación”, agregó.
El Gobierno ha compartido el informe con la cooperación internacional, la Mesa Multisectorial, sociedad civil y sector privado, para facilitar “un proceso nacional de reconstrucción y apropiación a mediano y largo plazo”, señaló la Presidencia hondureña.
Este texto apareció originalmente en EfeVerde, puedes ver el original aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana