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En un mundo donde el Fast Fashion continúa liderando la industria de la moda, movimientos como Ecodicta marcan la diferencia sin dejar de apoyar el amor por la moda que muchas personas poseen y al mismo tiempo promueven un estilo de vida más responsable con el planeta.
Su historia comienza en México, donde las fundadoras de la iniciativa se toparon con una realidad abrumadora en la industria de la moda.
“Por motivos laborales teníamos que comprar ropa para eventos, conferencias, reuniones… y veíamos cómo se acumulaba día tras día. Detectamos que en Estados Unidos era muy popular el alquiler de ropa, y quisimos así traerlo a España para generar consciencia e impacto”, comparte Mercedes, COO y CMO de la empresa.
Fue así como nació Ecodicta en España, una plataforma de alquiler de ropa, donde puedes suscribirte mensualmente y recibir tus prendas favoritas para después devolverlas y darle la oportunidad a más personas de usarlas, alargando su tiempo de vida. Tal y como indican en su sitio web, cada prenda es seleccionada de acuerdo a tu estilo y morfología, lo cuál te permite descubrir o evolucionar tu propio estilo.
Con este sistema buscan cambiar la manera en la que nos relacionamos con la moda y optar por formas más ecológicas, como es el alquiler de ropa. Además de compartir el amor por la moda, las clientas de Ecodicta también aprenden sobre el impacto de sus prendas sobre el medio ambiente, así como lo importante que es tener un consumo moderado (o incluso reducido) de la ropa a cambio de disfrutar las experiencias.
En cuanto a las marcas asociadas, Ecodicta colabora siendo un canal de distribución sostenible, además de reducir su producción y mejorar la calidad de sus productos para que estos sean más durables.
“Nuestra guerra es, en definitiva, en contra de las prendas de usar y tirar”.
El compromiso de la plataforma consiste es simple y claro: alargar la vida de las prendas, comprar menos, producir prendas de mejor calidad y finalmente, reducir el impacto de la moda sobre el planeta.
“Parece que como hemos desplazado las fábricas y las curticiones a países en vías de desarrollo, la moda no contamina, pero sí lo hace y mucho. Explotan a países no ricos, durante un tiempo, y luego va a otros países con mano de obra más barata, habiendo arruinado el medio ambiente de los otros países”.
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Mercedes cuenta que durante el año, se producen aproximadamente 100 mil millones de prendas, las cuales solo son usadas de tres a siete veces antes de ser desechadas. Este sistema consumista obliga a que los precios de fabricación sean más baratos para poder pagar los gastos de transporte, y se necesitan grandes cantidades de ropa para cubrir la demanda de los consumidores.
El sistema de Ecodicta es el primer paso para muchas personas que quieran adentrarse en el mundo del slow fashion, logrando obtener hasta 60 prendas por año sin acumularlas, sin salir de casa y sobre todo, sin compromisos o culpas de que una prenda se convierta en una compra impulsiva.
Ecodicta también busca crear acciones que marquen un cambio social, por lo que en su sección de Fashion for Change, trabajan en conjunto con la ONG Kubuka y la empresa SoloImprenta para involucrar a sus clientes en el proyecto social.
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“Nuestras clientas ceden su ropa al devolvernos las cajitas de suscripción”, explica Mercedes. Con la ayuda de Soloimprenta, la ropa donada “es vendida en un mercadillo pop up, y el dinero va destinado integro al 100% para los proyectos de Kubuka, que está en Kenia, principalmente una planta de reciclaje de plásticos en Kibera”.
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