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Ratificando sus compromisos globales, el Gobierno de Colombia ha declarado recientemente a Isla Ají como una nueva área marina protegida (AMP). Con una extensión de 24,600 hectáreas, esta importante y hermosa reserva natural servirá para proteger la vida silvestre amenazada y salvaguardar el bienestar de las comunidades costeras locales que dependen del área para su alimentación y sustento.
Situada en la costa del Pacífico central de Colombia en el delta del río Naya, el nuevo Distrito Regional de Manejo Integrado Isla Ají incluye más de 24,600 hectáreas de bosques húmedos tropicales y ecosistemas costeros extensos y completamente funcionales, incluyendo playas, esteros y manglares; un importante ecosistema de carbono azul. El AMP Isla Ají proporciona hábitat para el pez sierra en peligro crítico de extinción, las ballenas jorobadas, las tortugas marinas, incluidas la tortuga verde y la tortuga golfina, al menos 17 especies de aves playeras migratorias y muchas otras especies amenazadas.
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El área también protege hábitats y poblaciones de especies con valor económico y cultural para las comunidades locales. Isla Ají alberga áreas de crianza para especies de peces comercialmente importantes como la sierra del Pacífico y el róbalo, cangrejos azules del Pacífico y bancos de piangua. Estas especies contribuyen significativamente a la seguridad alimentaria, la sostenibilidad económica y el patrimonio cultural de las comunidades afrocolombianas, el principal grupo étnico de la costa Pacífica de Colombia.
“La nueva AMP Isla Ají es una oportunidad para promover y fortalecer la conservación y el uso sustentable de la riqueza del ecosistema, así como de la fauna y flora predominante en esta zona de la costa Pacífica”, dijo Katy Garcés, coordinadora del proyecto AMP (área marina protegida) Isla Ají del consejo comunitario de la comunidad negra del río Naya, que lideró el proceso de declaratoria.”Esta nueva AMP es un SÍ rotundo de las comunidades locales a propuestas de conservación amigables y compatibles con nuestras actividades sociales, económicas y culturales”.
Debido a que las comunidades locales tradicionales dependen en gran medida de los recursos marinos y terrestres del área, el Consejo Comunitario y sus socios designaron el área protegida Isla Ají para el uso sostenible de los recursos naturales del AMP. El proceso de declaratoria fue liderado por la comunidad local e incluyó un ejercicio participativo de delimitación y zonificación, la creación de una estructura de gobernanza y el diseño de estrategias para abordar las amenazas que enfrenta el área, como la sobreexplotación de los bosques de mangle, el mal manejo de los residuos sólidos, la proliferación de plantaciones de palma de coco y el desarrollo costero insostenible.
El equipo de Wildlife Conservation Society (WCS) Colombia agradece el liderazgo de la comunidad del río Naya en este proyecto. “Este ha sido un proceso maravilloso y enriquecedor, apoyando a las comunidades locales en su deseo genuino de lograr la sostenibilidad y la buena gobernanza de sus territorios”, expresó Catalina Gutiérrez, directora de país de WCS Colombia. “Desde nuestra perspectiva, este ha sido un verdadero intercambio de conocimientos y experiencias para todas las partes involucradas”.
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El área protegida es la culminación de varios años de trabajo entre el consejo comunitario afrocolombiano del río Naya, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) y WCS, y contribuye al compromiso de Colombia de proteger y conservar 30% de su superficie para 2030 o antes.
“El establecimiento de Isla Ají demuestra la perseverancia y el compromiso de la comunidad del río Naya con la protección de su biodiversidad y paisajes únicos, al tiempo que garantiza la conservación de sus medios de vida tradicionales y su cultura”, comentó Lina Valencia, coordinadora de países andinos de Re:wild. “Isla Ají, y las otras áreas protegidas en el foco Tumbes-Chocó-Magdalena, también protegerán uno de los sumideros de carbono críticos del mundo, lo que beneficia la salud del planeta en su conjunto”.
Re:wild se asoció con WCS en su Fondo de AMPs y trabajará con WCS para ayudar a expandir la creación de nuevas áreas protegidas lideradas por comunidades locales en Colombia.
Este trabajo fue posible gracias al generoso apoyo del Fondo MPA de WCS, el Fondo ARCADIA (un fondo de Lisbet Rausing y Peter Baldwin) y la Fundación Santo Domingo. Además, Bezos Earth Fund apoyará a WCS en sus esfuerzos por promover la agenda 30×30 en Colombia.
Este texto apareció originalmente en WCS, puedes ver el original aquí.
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