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Un estudio de 2019 encontró que aumentar la representación de las mujeres en los parlamentos nacionales conduce a la adopción de políticas de cambio climático más estrictas, lo que resulta en emisiones más bajas. A nivel local, la participación de las mujeres en la gestión de los recursos naturales está asociada con una mejor gobernanza de los recursos y resultados de conservación.
Ampliar el acceso de las mujeres a los recursos productivos puede aumentar la producción agrícola y la seguridad alimentaria y reducir las emisiones de dióxido de carbono. Si todas las mujeres agricultoras en pequeña escala recibieran el mismo acceso a los recursos productivos, sus rendimientos agrícolas aumentarían entre un 20% y un 30%, y entre 100 y 150 millones de personas dejarían de pasar hambre. El aumento de los rendimientos agrícolas puede reducir la presión para deforestar más tierras, lo que reduce las emisiones adicionales.
En el lugar de trabajo, el liderazgo de las mujeres se asocia con una mayor transparencia en torno al impacto climático. Mayores porcentajes de mujeres en juntas corporativas se correlacionan positivamente con la divulgación de información sobre emisiones de carbono.
Una acción colectiva eficaz contra el cambio climático requerirá grandes cambios en la forma en que producimos y medimos el valor económico. La transición lejos de las prácticas extractivistas y las economías de combustibles fósiles plantea una oportunidad para crear nuevos puestos de trabajo y volver a capacitar a las mujeres trabajadoras. Aumentar la inversión en el sector del cuidado es una forma efectiva de cambiar el enfoque hacia el bienestar colectivo y fortalecer las economías sin aumentar las emisiones.
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Finalmente, la salud y los derechos sexuales y reproductivos son esenciales para la igualdad de género en la acción climática. Al fortalecer los sistemas de salud para satisfacer la demanda actual de servicios de salud sexual y reproductiva, las naciones podrían salvaguardar los logros recientes logrados en la conservación del medio ambiente y la biodiversidad, la adaptación al cambio y las mejoras climáticas en la salud, la educación y la igualdad de género.
Situar la igualdad de género en el centro de las soluciones al cambio climático significa integrar diversas perspectivas de género en políticas y programas holísticos y duraderos relacionados con el clima, el medio ambiente y la reducción del riesgo de desastres.
La participación plena e igualitaria de mujeres y niñas en los procesos de toma de decisiones es una prioridad máxima en la lucha contra el cambio climático. Sin igualdad de género hoy, un futuro sostenible y más equitativo permanece fuera de nuestro alcance.
Las soluciones climáticas también deben mejorar e invertir en estadísticas y datos específicos de género para ampliar la relación entre el género y el clima, fortalecer y hacer cumplir los derechos sobre la tierra y promover soluciones sostenibles dirigidas y centradas en las mujeres, en particular soluciones indígenas y basadas en la naturaleza. gestión de recursos y actividades de producción de alimentos.
En el ecosistema de páramo de los Andes ecuatorianos, las mujeres indígenas están utilizando la producción agrícola sostenible y la gestión del paisaje para restaurar la salud del frágil ecosistema después de años de desertificación y sobrepastoreo, que ha dejado grandes extensiones de tierra yerma y agotada. Los esfuerzos liderados por mujeres también están desmantelando los estereotipos de género y empoderando a las mujeres para que contribuyan a los procesos de toma de decisiones en sus comunidades.
“El proyecto páramo nos demuestra que sin las mujeres no es posible hablar de soluciones al cambio climático y desarrollo sostenible”, dice la representante de ONU Mujeres en Ecuador, Bibiana Aido.
Finalmente, las soluciones climáticas deben adoptar un enfoque de financiamiento sensible al género. “Las acciones dirigidas por mujeres deben financiarse de manera suficiente y equitativa para lograr una transición ecológica justa”, dice Norah Magero, ingeniera mecánica y experta en energías renovables de Kenia con experiencia en el diseño y la gestión de tecnologías de energía fuera de la red.
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Para un mañana más sostenible, debemos invertir y promover tecnologías que mejoren las fuentes de energía limpia y renovable y apoyen la participación de las mujeres en su desarrollo y uso.
“Reconocer, aplaudir, publicar y animar a las valientes mujeres que constantemente han defendido y promovido medidas de acción climática equitativas, con enfoque de género y justas”, dice Magero.
El alcance y la escala de los impactos del cambio climático pueden ser abrumadores, pero sus palabras y acciones pueden afectar un cambio real en su comunidad.
Considera apoyar el trabajo de las organizaciones, empresas y cooperativas locales dirigidas por mujeres que toman medidas contra el cambio climático. Usa tu voz y voto para responsabilizar a los líderes y presionar por compromisos que construyan un futuro equitativo y duradero.
Este texto apareció originalmente en UNWomen, puedes ver el original en inglés aquí.
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