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Los jardineros y los propietarios de viviendas deberían cambiar su valla por un seto, insta la Royal Horticultural Society al comenzar un estudio sobre qué especies son las mejores para abordar la crisis climática y la contaminación.
Los científicos de la organización benéfica están investigando la infraestructura verde, particularmente en áreas urbanas. Un ejemplo de dicha infraestructura es el uso de setos para marcar los límites entre las propiedades y los jardines.
Un equipo dirigido por la principal científica hortícola de la RHS, la Dra. Tijana Blanusa, investigará las propiedades de los diferentes tipos de cobertura, analizando cómo brindan importantes servicios ecosistémicos y evaluando los beneficios de la cobertura mixta.
Los setos pueden reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire; ralentizar el flujo de agua de lluvia que puede ayudar con la gestión de inundaciones; proporcionar refugio a la vida silvestre; y ayudar a regular la temperatura a través de la sombra y el enfriamiento.
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Blanusa dijo: “El seto humilde es a menudo la característica principal de cualquier jardín. Al actuar como una pantalla natural, no solo brindan importantes servicios ambientales, sino que también son relativamente baratos, duraderos y ocupan poco espacio en el suelo.
“Saber qué combinaciones de plantas elegir para obtener el mayor beneficio ambiental y cómo cuidarlas de manera efectiva podría permitir una mayor aceptación a medida que buscamos preparar nuestros pueblos y ciudades para el futuro”.
La investigación actual sugiere que las plantas de haya, ligustro y acebo tienen los mejores efectos generales.
La organización benéfica estudiará cómo las diferentes especies brindan sus beneficios. Estarán analizando factores que incluyen la forma de la hoja, la textura y la estructura de las ramas, que se cree que los hacen más hábiles en varios roles.
Muchas áreas tienen un monocultivo de setos, lo que significa que solo se planta una especie, quizás con fines estéticos. Si bien esta es una forma tradicional de plantar en un jardín o área urbana, los científicos temen que pueda dejar a las plantas susceptibles a enfermedades y limitar la biodiversidad.
El proyecto de dos años de Blanusa buscará las mejores combinaciones de setos para obtener beneficios durante todo el año para las áreas urbanas. Estudiará las plantas en un entorno de laboratorio, pero también en una aplicación de la vida real en una escuela.
Ella probará seis combinaciones de cobertura mixta, utilizando cuatro plantas: ligustro, cedro rojo occidental, espino y elaeagnus.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes ver el original en inglés aquí.
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