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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, impulsaron una serie de medidas para hacer frente a la crisis climática, crear empleos verdes y reforzar la seguridad energética. La agenda viene con algunas medidas concretas, aunque de nuevo abundan los compromisos genéricos y a largo plazo, como en otras materias abordadas en la cumbre.
La Cumbre de las Américas es una oportunidad extraordinaria para atraer la atención y movilizar la acción internacional y los foros oficiales de partes interesadas son un mecanismo fundamental para garantizar la acción y la rendición de cuentas, esta se lleva a cabo en California, EE.UU., del 6 al 10 de junio.
Estados Unidos pretende impulsar la economía de la energía limpia en el continente, promoviendo el comercio y la inversión en esa área y fomentando la colaboración regional a través de la iniciativa de Energía Renovable para América Latina y el Caribe (RELAC).
Cinco nuevos países trabajarán junto con los 15 miembros actuales de la RELAC para alcanzar el objetivo de tener un 70% de capacidad instalada para la generación de energía renovable en el sector eléctrico de la región para 2030.
Guyana, Jamaica y Barbados asumen los objetivos y Brasil y Argentina apoyarán la colaboración a través de esa plataforma. La idea de Estados Unidos es dar apoyo financiero para la cooperación técnica de la RELAC y trabajar con los bancos de desarrollo regionales, las instituciones financieras privadas y otros socios para movilizar recursos adicionales.
Kamala Harris lanzará una alianza de Estados Unidos con los países del Caribe para hacer frente a la crisis climática, según un alto cargo del Gobierno estadounidense. Se trata de mejorar la seguridad energética, y reforzar las infraestructuras críticas y las economías locales ante el desafío climático.
La alianza, según la misma fuente, se estructurará en cuatro pilares: mejorar el acceso a la financiación para el desarrollo; facilitar el desarrollo y la inversión en proyectos de energía limpia; mejorar las capacidades locales y profundizar en la colaboración con los socios caribeños. El propósito es cumplir los objetivos del Acuerdo Climático de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Los bancos de desarrollo regionales tendrán un papel protagonista en la financiación de las ingentes inversiones necesarias para hacer frente al desafío climático.
Ante el compromiso del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco de Desarrollo del Caribe (BDC) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) de financiar con hasta 50,000 millones de dólares en los próximos cinco años en este terreno, Estados Unidos está mejorando la coordinación con estas instituciones para movilizar financiación adicional del sector privado y otras fuentes.
Además, se facilitará el acceso a financiación a países que lo necesiten por desastres climáticos como huracanes e inundaciones, flexibilizando los criterios de concesión.
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El Gobierno de Biden, sin embargo, destaca que no solo se trata de dinero, sino de ayudar a identificar proyectos y a facilitar los medios y las capacidades para ponerlos en marcha. El plan de Estados Unidos contempla también la formación de expertos en cambio climático.
Estados Unidos asumirá un compromiso modesto, pero concreto, en la lucha contra la deforestación con la aportación de 12 millones de dólares (11 millones de euros) a Brasil, Colombia y Perú a través de Amazon Connect, en defensa de la Amazonia.
Se trata de reducir la deforestación asociada a la explotación maderera y de materias primas y las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con las cadenas de suministro agrícola, al tiempo que se conserva la biodiversidad, se mejoran los medios de vida y se aumenta la resiliencia climática, según la misma fuente del Gobierno de Biden.
“No solo se trata de detener la deforestación, a nivel mundial, en particular la tala y la deforestación ilegal, sino también restaurar los bosques y otros ecosistemas que son fundamentales para alcanzar un mundo de emisiones netas cero de carbono en 2050″, señaló un alto cargo del Gobierno de Biden.
Entre otros compromisos, Chile, Canadá, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú, México y Estados Unidos firmaron una Coalición Internacional para Conectar Áreas Marinas Protegidas.
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