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La ola de calor en Europa debe verse mejor como otra advertencia mortal y sorprendente sobre cuán lejos hemos llevado el clima del planeta a un territorio menos hospitalario y cuán poco preparados estamos para lo que se avecina.
Ponte al día rápido: en la última semana, los registros de temperatura que datan de siglos han sido borrados, particularmente el martes en el Reino Unido. El calor se está desplazando hacia el este, hacia una franja de Europa que se extiende desde Alemania hasta Suecia.
Por qué es importante: la ola de calor trastornó la vida en varias de las principales naciones industrializadas y mató a más de 1,000 personas, un número que probablemente aumente. Muchos de los incendios forestales a los que dio vida todavía están fuera de control.
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Según los números: la asombrosa cantidad de 34 estaciones de observación meteorológica en el Reino Unido batieron provisionalmente el récord de temperatura máxima de todos los tiempos del país el martes.
• Por lo general, solo un puñado de estaciones se acercarían o realmente establecerían un récord histórico. Un número tan alto habla del alcance y la gravedad de la ola de calor.
• El Reino Unido superó una temperatura que durante mucho tiempo se pensó que era inconcebible para un país del norte rodeado de aguas frías del océano: 104°F (40°C), con una temperatura máxima de 104.54 °F (40.3°C) en Coningsby.
• En Brest, Francia, que se encuentra en el extremo noroeste del país, la temperatura se disparó a 102.7°F (39.3°C). Esto rompió el máximo histórico anterior en más de 7°F, un margen sin precedentes para tal récord.
Entre líneas: nadie estaba completamente preparado. A pesar de todo lo que se habló sobre la adaptación climática, al Reino Unido, y específicamente a Londres, no les fue muy bien.
• Los incendios forestales estallaron en todo el país, además de las llamas que ya ardían en Francia, España y Portugal. El propio Londres se vio afectado por incendios destructivos dentro de los límites de la ciudad.
• Las pistas del aeropuerto se vieron comprometidas, cerrando una importante base de la fuerza aérea y un aeropuerto civil ocupado por un tiempo.
Momentos de pánico en el tren Madrid-Ferrol a la altura de Zamora-Sanabria, 9:30hs. El tren continuó el trayecto tras unos minutos parado. @renfe @adif @lavozdegalicia pic.twitter.com/YXcuBXlIJQ
— Francisco Seoane Pérez (@PacoSeoanePerez) July 18, 2022
Nivel de amenaza: los científicos advierten que esto no es una aberración. Está claro para los científicos que los eventos que solían ser impensables, como la ola de calor en el noroeste del Pacífico el año pasado, tienden rápidamente a convertirse en algo común.
• A menos que la sociedad cambie drásticamente de rumbo, los estudios muestran que los días de 40°C en un país en gran parte desprovisto de aire acondicionado se convertirán en eventos que ocurrirán cada pocos años, advierte la Oficina Meteorológica del Reino Unido.
• “No esperaba ver esto en mi carrera, pero el Reino Unido acaba de superar los 40°C”, dijo el jefe de ciencia y tecnología de Met Office, Stephen Belcher, en un video de Twitter.
• “La investigación realizada aquí en Met Office ha demostrado que es prácticamente imposible que el Reino Unido experimente 40°C en un clima sin interrupciones”, dijo Belcher. “Pero el cambio climático impulsado por los gases de efecto invernadero ha hecho posibles estas temperaturas extremas”.
Sí, pero: los conflictos internacionales están provocando una crisis energética que de repente está mejorando la suerte, y posiblemente extendiendo la vida útil, de las plantas de energía y la infraestructura de gas natural en Europa y en otros lugares.
• Al mismo tiempo, los estancamientos políticos en Washington han hecho que sea poco probable que la administración Biden avance en su agenda para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
• Frente a estas realidades, la ola de calor es un recordatorio de que a la Madre Naturaleza no le importan las preocupaciones de un senador de West Virginia sobre la inflación, o un aumento en las exportaciones de gas natural licuado de EE.UU. a Europa.
Este texto apareció originalmente en Axios, puedes ver el original en inglés aquí.
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