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Es probable que la densa red de cables que componen Internet se inunde con agua salada a medida que aumenta el nivel del mar, sugiere un nuevo análisis, colocando miles de kilómetros de infraestructura crítica a lo largo de las costas de los Estados Unidos bajo el agua en los próximos 15 años.
“En realidad, son los cables y el hardware los que hacen que Internet funcione”, explicó Ramakrishnan Durairajan, científico informático de la Universidad de Oregón y autor de la investigación.
El análisis estima, con base al modelo más severo para el aumento del nivel del mar, que más de 6,000 kilómetros de cable de fibra óptica a lo largo de las costas de los EE. UU. estarán bajo el agua a principios de la década de 2030.
Internet es particularmente susceptible a las inundaciones porque los datos viajan a través de cables subterráneos enterrados a lo largo de carreteras y túneles. Si bien los enormes cables de aguas profundas que transportan datos bajo los océanos Atlántico y Pacífico están diseñados para estar permanentemente bajo el agua, otras infraestructuras como el cableado de cobre y las centrales eléctricas no lo están.
Si miles de kilómetros de cable se inundaran debido al aumento del nivel del mar, podría afectar la confiabilidad de Internet para millones de estadounidenses en las principales ciudades. De hecho, las temperaturas más altas y las tormentas más potentes, que son más probables a medida que cambia el clima, ya han afectado al hardware de Internet.
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En 2015, una ola de calor en Australia dañó acondicionadores de aire en un centro de datos clave, cortando el servicio de Internet de una gran empresa durante horas. En 2012, la supertormenta Sandy bloqueó el Internet en la ciudad de Nueva York cuando las aguas de la inundación cortaron la energía y ahogaron los cables subterráneos que transportan datos. En ese momento, el director ejecutivo de operaciones de Verizon le dijo a The Verge que había habido una “falla catastrófica”.
Después de que el huracán Irma llegó a Florida el año pasado, el Miami Herald informó que muchas personas estuvieron sin Internet durante semanas.
El aumento en los niveles del mar empeorará las inundaciones causadas por tales tormentas, como ha informado NPR. El análisis recientemente publicado deja de lado las tormentas y se centra en las inundaciones predecibles derivadas del aumento del nivel del mar. Las ciudades costeras grandes y densas como Nueva York, Miami y Seattle parecen tener el mayor riesgo de interrupción de Internet por el aumento del nivel del mar.
Los proveedores de servicios de Internet dijeron que ya están pensando en los riesgos de las inundaciones a lo largo de las costas de Estados Unidos.
AT&T utiliza un cable de fibra óptica “diseñado para su uso en áreas costeras y sumergido tanto en agua salada como en agua dulce”, afirmó el portavoz Jeff Kobs. “En ciertos lugares donde el cableado se sumerge por largos períodos de tiempo o se expone constantemente, como las playas o el metro, usamos cableado submarino”.
Una forma de mitigar el riesgo de inundación es reemplazar el cableado de cobre con más cables resistentes a las inundaciones. “Después de Sandy, comenzamos a actualizar nuestra red en serio y reemplazamos nuestros activos de cobre con activos de fibra”, dijo la portavoz de Verizon, Karen Schulz. “El cobre se ve afectado por el agua, mientras que la fibra no. Hemos cambiado cantidades significativas de nuestra red de cobre a fibra en el noreste”.
Ella dijo que Verizon también ha elevado edificios y estaciones de energía en áreas que se inundan. En la mayoría de los casos, el enfoque de la compañía en el riesgo de inundación “realmente tiene menos que ver con el cambio del nivel del mar y más con las preocupaciones generales de inundación”, explicó Schulz.
La única excepción son las llamadas estaciones de amarre, donde los cables submarinos conectan Internet de los EE. UU. con el resto del mundo. “Para las estaciones de amarre que están muy cerca de los océanos y que tienen cables submarinos, evaluamos específicamente los cambios en el nivel del mar”, dijo Schulz.
Algunas ciudades ya están trabajando en fortalecer la infraestructura de Internet para manejar los efectos del cambio climático. Por ejemplo, los edificios públicos en Seattle y sus alrededores están conectados por cable de fibra óptica para hacer que la región sea más resistente a los desastres, incluidas las inundaciones.
Otras ciudades están reconsiderando cómo y dónde construyen las carreteras, lo que podría afectar el lugar donde termina la infraestructura de Internet; los cables a menudo siguen carreteras y otros derechos de paso públicos.
Durairajan dijo que actualizar el hardware es una buena estrategia, pero que evitar las interrupciones de Internet por el aumento del nivel del mar también podría requerir que las empresas reconsideren la forma en que los datos fluyen a través de sus redes.
Por ejemplo, dijo, si algunos cables se inundan temporalmente, “¿podríamos redirigir el tráfico desde esa área para mantener la comunicación en funcionamiento? ¿Podemos aislar el daño en las áreas costeras de los activos en tierra más adentro? Tenemos que comenzar las estrategias de mitigación y la planificación en este momento”.
Este texto apareció originalmente en NPR, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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