Citizens’ Climate Lobby: comunidades latinas abogando por un clima viable
Desde hace once años, Ciudadanos por un Clima Vivible o Citizens’ Climate Lobby (CCL), una organización no partidista y sin fines de lucro, fomenta una voluntad política para lograr soluciones climáticas en Estados Unidos y alrededor del mundo.
Decidido al cambio
En 2006, al reconocer la importancia e impacto del cambio climático, el agente inmobiliario Marshall Saunders comenzó a dar charlas sobre el calentamiento global para asociaciones civiles y centros educativos. El único problema era que él sentía que lo que estaba haciendo no era suficiente para ayudar a la mitigación del fenómeno ambiental.
Fue entonces que se percató que el gobierno seguía haciendo de las suyas, aprobando leyes de subsidios para compañías petroleras y de carbón. Que estaban dominando intereses particulares y que las personas particulares no lograban exigirles a los congresistas un cambio en sus políticas climáticas de forma efectiva.
Con eso en consideración, en octubre de 2017, creó Ciudadanos por un Clima Vivible, “con el propósito de empoderar a los individuos a tener grandes avances en el ejercicio de su poder político y personal” (CCL, 2018).
“Para él fue muy importante que los ciudadanos, sin importar su nivel educativo, social o económico, estuviesen informados, organizados y que participen en las decisiones de su gobierno”, Karina Ramirez, coordinadora de Diversidad en CCL.
Espacio de empoderamiento político
Desde entonces, la organización se enfoca en capacitar a voluntarios. Quienes se encargan de acercarse a las comunidades e informan sobre la propuesta de ley de Dividendos Energéticos, y establecen relaciones con los legisladores del gobierno estadounidense. Al igual que, educan al público en general sobre soluciones climáticas y de cómo pueden participar y acercarse al gobierno.
Los voluntarios trabajan en conjunto con la prensa, escriben cartas a los editores y se reúnen para que conozcan y difundan su propuesta. Y se relacionan con líderes influenciadores para ganar su respaldo y promover la propuesta.
Miembros del equipo de trabajo de la CCL en Español en la IX Conferencia Internacional y Día de Cabildeo 2018. Tamara (Massachusetts y Panamá), Fernanda (Texas), Karina (Florida), Emily (California), Andrew (Colorado), Lisa (California) y Alfonso (Texas). Foto: Citizens’ Climate Lobby en Español / Facebook
Se han creado cuarenta grupos de trabajo o “Equipos de Acción” para cualquier persona interesada en este esfuerzo. Los grupos están organizados según su área de interés: universitarios, religiosos, empresarios, salud, jóvenes, comunicaciones, deportes, conservadores, progresistas, justicia ambiental, el equipo en español, etc. Los grupos se reúnen mensualmente por teléfono y cada uno crea un plan de acción.
Recientemente, la organización realizó la IX Conferencia Internacional y Día de Cabildeo con más de 1,200 voluntarios de los 50 estados de la nación.
La CCL también fue instrumento importante en la formación del Caucus para Soluciones Climáticas en 2016. El caucus es un grupo bipartidario en la Cámara de Representantes estadounidense que investigará las opciones políticas que abordan los impactos, las causas, y los desafíos del clima cambiante.
Propuesta
Se reconoce que la quema de combustibles fósiles causa el calentamiento global y todos pagamos el precio. Pero hay un fenómeno económico que hace referencia a los costos externos de un precio, llamado “externalidad”.
Es por eso que la organización considera que el primer paso para solucionar el cambio climático es establecer un precio a las emisiones de carbono.
En su propuesta de Dividendos Energéticos, Karina explica que “se plantea que el gobierno estadounidense implemente una tarifa incremental y de balance 100% neutro sobre todos los combustibles fósiles para estabilizar el clima mientras se estimule la economía”.
“Esa tarifa se aplicaría en la fuente de extracción como el pozo, la mina o el puerto de importación. La cuota inicial sería de $15 por tonelada de emisiones de CO2 o equivalentes y cada año se subiría la tarifa a $10 por tonelada. El 100% de los ingresos netos de la tarifa al carbono serían guardados en un Fondo Fiduciario de Tarifas al Carbono, y devueltos directamente a familias en forma de dividendos mensuales”.
Para asegurarse de que su propuesta fuera la apropiada, le solicitaron al Regional Economic Models Inc., un grupo que estudia el impacto de propuestas a la economía, que analizaran su plan. “El grupo determinó que los Dividendos Energéticos reducirían las emisiones en un 33% en 10 años y 52% en 20 años. Y además crearía 2 millones de empleos en 10 años y 2.8 millones en 20 años”.
Dedicación
Desde hace poco, la periodista Karina Ramirez decidió cambiar de profesión y se convirtió en defensora del medio ambiente. Ahora como la coordinadora de Diversidad del CCL ayuda al personal nacional para llegar a las comunidades hispanas en Estados Unidos.
“Estoy contenta de ver el respaldo que CCL está ofreciendo a esta nueva iniciativa para llegar a comunidades latinas. Cuando me uní al grupo en agosto no estábamos trabajando mucho con la comunidad hispana. Parte de mi trabajo al principio fue ayudar a traducir información al español. Junto con una de las co-coordinadoras Regionales de América Latina, Tamara Kellogg, revisamos las páginas disponibles y nos enfocamos en presentarlas al público en español en Estados Unidos. Ahora estoy ayudando a los veinte voluntarios de diversas ciudades a informar a las comunidades y a llevar el mensaje de CCL: que juntos podemos lograr un cambio en nuestro país”.
Su trabajo ha dado frutos, varios voluntarios han dado presentaciones en español. Se realizó una entrevista en una radio hispana de West Palm Beach, y se publicaron cuatro artículos de opinión en español en periódicos de Nueva York, Texas y Florida. Y ahora se encuentran preparando una Sesión Informativa en español, la cual consiste en una llamada gratuita al público, cada miércoles, para que conozcan su trabajo y la propuesta.
“Lo más impactante para mí fue conocer que ‘siete de cada diez latinos (71%) dicen ‘nunca’ haber sido contactados (ya sea por correo, teléfono o en persona) por alguna organización que trabaje en la reducción del calentamiento global’ (Yale Climate Communications, 2017)”.
“Esa es la razón por la cual estoy realizando este trabajo. Mi comunidad latina es una de muchas en Estados Unidos que es afectada por los efectos del cambio climático y creo que debe participar en su posible solución”, comenta Karina.
Es por esa misma razón que todos debemos ser parte del cambio, ser activos, ser un equipo con los legisladores y mantener con vida nuestro hogar.
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